Durante toda la jornada de ayer se realizaron rastrillajes en la zona del hecho en búsqueda del arma homicida además de indicios que puedan ayudar a resolver el caso. La policía cree que el asesino conocía a la víctima y que por eso pudo acercarse lo suficiente como para aplicarlos dos puntazos en el cuello.
Durante toda la jornada de ayer se realizaron rastrillajes en la zona del hecho en búsqueda del arma homicida además de indicios que puedan ayudar a resolver el caso. La tarea estuvo a cargo de la policía científica de la provincia de Buenos Aires y de especialistas que arribaron desde La Plata para colaborar en la escena del crimen.
La policía focalizó la tarea de investigación sobre el ajuste de cuentas teniendo en cuenta que el asesino no se llevó nada de la vivienda, en la cual había algo de dinero y elementos tecnológicos. En este sentido, la fuerza policial trabaja sobre la hipótesis de que a Filippone la mataron por un ajuste de cuentas o venganza. Lo que sí es prácticamente seguro es que el asesino la conocía: se le acercó lo suficiente como para acuchillarla en el cuello en dos oportunidades sin que la víctima pudiese reaccionar y sin resistencia evidente. En este contexto también confirmaron que los puntazos fueron certeros, como si el homicida conociera de manipulación de elementos cortantes.
Con las últimas pericias realizadas, la policía finalizó el proceso de recolección de pruebas y muestras por lo que la vivienda dejará de tener una consigna policial.
Cynthia Beatriz Filippone, era artesana, tenía 40 años y dos hijos. Fue asesinada durante la tarde del lunes en una vivienda de avenida 6 y paseo 111 por razones aún desconocidas. El caso generó gran revuelo nacional que impuso a Villa Gesell en los titulares de los grandes medios de comunicación.
