Viernes, 26 de Abril Villa Gesell

Tiraron abajo 92 estructuras de hormigón

Miércoles, 31 de Diciembre

Chau chau adiós: la comuna culminó el plan de demolición de las garitas de colectivo

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La última garita se demolió en paseo 102 y avenida 19 en el marco de la promesa del jefe comunal, Gustavo Barrera, de tirar abajo las criticadísimas estructuras tal como había ordenado la justicia.

La Municipalidad de Villa Gesell culminó, ayer por la mañana, el plan de demolición de los refugios de colectivo cimentados en hormigón durante la gestión del ex intendente Jorge Rodríguez Erneta, los cuales le costaron la amputación de las dos piernas al joven Ramón Amarilla en la trágica noche del 25 de diciembre de 2012.

La última garita se demolió en paseo 102 y avenida 19 en el marco de la promesa del jefe comunal, Gustavo Barrera, de tirar abajo las criticadísimas estructuras tal como había ordenado la justicia. "Hemos trabajado fuertemente, bajo la instrucción del intendente Gustavo Barrera, de tirar abajo las estructuras de los refugios de pasajeros para llevar seguridad al vecino. De esta manera, hemos acelerado los trabajos para culminar antes de la temporada", manifestó el subdirector de Coordinación, Nicolás Valdez, quien estuvo al frente del plan de trabajo desde noviembre.

La primera garita se demolió hace algunas semanas en el barrio La Carmencita. Desde entonces, la administración local aplicó recurso humano para que las restantes estructuras corrieran la misma suerte. Se iba a tardar al menos 45 días pero se logró finalizar la tarea antes de tiempo con el objetivo de iniciar la temporada estival de cero.

La trágica novela de los refugios de colectivo data del 25 de diciembre de 2012. Esa noche, Ramón Amarilla y un amigo esperaban el colectivo de línea en el boulevard y paseo 133 cuando por razones estructurales el refugió cedió, cayó e hirió gravemente en los brazos y piernas a uno de los dos muchachos.

Luego de varios días internado y con el peligro de perder la vida, Amarilla sufrió la amputación primero de una pierna y luego de otra. Desde entonces, la oposición y un importante grupo de vecinos venían pidiendo la clausura y demolición de las garitas pero el oficialismo siempre se negó a avanzar sobre las unidades de hormigón. Lo más cercano a demoler las unidades fue un trabajo de refuerzo sobre el techo de las mismas para evitar nuevos accidentes.

El expediente judicial que se inició tuvo mil y una vueltas: varios peritos analizaron la construcción en reiteradas oportunidades, se dictaron varias órdenes y en contraposición también apelaciones que suspendieron, durante casi dos largos años, la demolición y hasta se llegó a culpar por la caída de la estructura a la fábrica de cemento con el cual se cimentaron los refugios argumentando que el material estaba vencido o en mal estado.

Las garitas de hormigón fueron cimentadas por las cooperativas de trabajo locales Arena I y II, las cuales estaban coordinadas por "Yeye" Tavarone, funcionario municipal fallecido en mayo del año pasado. Ahora que la intendencia determinó demolerlas sólo queda pendiente la resolución judicial de la demanda millonaria que la víctima inició contra el Estado.

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