Será el jueves a la medianoche en Rockear de paseo 105 entre avenidas 2 y 3. La banda, integrada por geselinos, revaloriza la música local y propone una alternativa de estilos fusionados que se lleva todos los aplausos.
Villa Gesell es cuna y sinónimo, desde siempre, de la buena música. Y que mejor ejemplo tenemos en el rock nacional de artistas consagradísimos (Luis Alberto Spinetta, Moris, Celeste Carballo, Los Tipitos y muchísimos etc, etc, etc) que han puesto píe en la ciudad para mostrar, en algún momento de nuestra corta historia, su arte. Incluso, años después del estrellato, reconocen al destino turístico del bosque y el mar como precursores, como primer elemento de lo que los llevó a la cima. Una banda que pretende narrar la misma historia que la que cuentan los más grandes de nuestros días es "Don Homero y la Ricarda", agrupación que surgió con la idea de fusionar estilos y conseguir el mejor sonido geselino.
La banda está integrada por Maximiliano Escobar en guitarra, Braian Cerdan en bajo, Bruno Scarfatti en batería, Ezequiel Ferrao en voz y Adrian "Checho" Real en armónica. Hacen rock. Pero aclaran "no es el rock cuadrado sino un rock que fusiona estilos. Es rock no hablando literalmente sino desde el alma de la música: es una pata del rock nacional".
"Partimos del rock and roll como nuestra escencia pero después agarramos distintos ritmos y hacemos una gran fusión. Tratamos de mezclar cosas, incluso en el mismo tema puede aparece rock, ska y reggae", destacó Maxi, gran guitarrista local que promete.
En relación a la influencia musical del grupo, Braian le puso vinagre, aceite y sal a una ensalada importante de tutores artísticos que sirvieron y sirven para tomar como modelo: "nos gusta a todos un poco de todo, todos tenemos influencias muy variadas. Trato de no encerrarme en ningún estilo pero me gusta lo nacional. Yo escucho Almafuerte, los Redondos, Sumo y hasta folclore. Me gusta variado pero de acá". Sin embargo, advierte que "su" material está exento de algunos estilos y los que vayan a verlos escucharán composiciones con un 95% de rock.
La banda, aunque ellos digan que son cinco integrantes, tiene un sexto miembro "tapado". En algunas canciones de la mítica banda Sumo agarra el micrófono Guillermo Nuñez, quien además gestiona lugares y contactos para el grupo. "Guille", como se lo conoce en la ciudad, ayuda con la agrupación sin ser un miembro establecido de la misma.
La banda recorrió algunos lugares de Ayacucho y Valeria del Mar y participan intensamente de la movida local, tanto en invierno como en verano, en plena temporada. De hecho, por eso se presenta el material discográfico el jueves, con la idea de difundir la música, para que "quede en las manos del público algo de la música que hacen" y no sólo como "un momento efímero del espectador". Ellos quieren que se los recuerde y reconozcan y dan el primero paso con el disco propio.
Nuñez aclara algo importante en medio de la entrevista: a diferencia de lo que hacen las bandas cuando inician en el largo y dificil camino de la música, "Don Homero y la Ricarda" presenta canciones propias y algún que otro cover de banda consagrada. Esto marca la diferencia porque así deben demostrar habilidad y ritmo para copiar pero corazón para crear. Nada menor.
Esta es "Don Homero y la Ricarda". Una banda netamente geselina que se viene con todo. Hacen música con alma de rock nacional y pide pista. El jueves será la primera prueba de fuego, ya que aunque tocaron varias veces en vivo, esta vez tendrá un condimento especial por el nuevo material.
Con la teoría en mano de que los músicos "ganan" más mujeres que cualquier otro mortal, SECTOR INFORMATIVO preguntó a la banda cómo les va con el levante desde que salen a tocar.
A pesar de que es innegable que estar en una agrupación ayuda y mucho, los integrantes relativizaron el asunto con una respuesta clara de Braian, el bajista: "la banda fue tomando otra importancia. Nos fue llevando y se fue convirtiendo en algo más grande que nosotros como individuos. Uno cuando empieza a lo mejor tiene el pensamiento de que le va a ir mejor con las mujeres, que va a ganar plata. Pero después la modalidad de trabajo que nos propusimos, como se fueron dando las cosas y todo el sistema que se fue armando y lo que la banda fue generando. La banda ya no es de la gente que se sube y toca sino de los que te van a ver. Se fue generando un movimiento, te da como un respeto por el público que te va a escuchar. Dejó de ser un objetivo personal y vemos la cuestion grupal".
