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Política

Viernes, 17 de Marzo

Una actitud de Martínez Salas reavivó la interna en Cambiemos

Estefanía Benavidez estuvo ayer en el cuerpo legislativo pero sus propios compañeros de bancada no permitieron que asuma. La interna generada por Martínez Salas ya le duele al bloque.

La asunción como concejal de la joven Estafanía Benavídez en el bloque Cambiemos/PRO, durante la sesión de ayer por la tarde, recrudeció la interna salvaje dentro del principal espacio opositor al Gobierno de Gustavo Barrera.

Las cosas se dieron así: con el fallecimiento de Carlos Casado, quedó una banca libre en el bloque Cambiemos que debe ocuparse con el concejal suplente más próximo de la lista que compitió en las últimas elecciones. En realidad, la banca le corresponde al edil titular Sebastián Malgor pero, en desacuerdo con el siempre candidato radical, Jorge Martínez Salas, el bancario se tomó licencia hace unos meses y pareciera que no volverá a ocupar su banca. Entonces, ese puesto en el HCD le correspondería a Estafanía Benavidez, de manera definitiva o por lo menos hasta que Malgor regrese de su licencia.

Ayer, en el marco de la sesión especial en la que se solicitó gestionar nuevamente la inclusión de Villa Gesell como "zona fría" tras la determinación discriminatoria del Gobierno Nacional, se planteó la situación para que Benavidez asuma. De hecho, la joven militante radical estuvo en el cuerpo legislativo por un largo rato a fin de que inicie la sesión y le tomen juramento. Pero eso no ocurrió (de nuevo).  

¿Y qué pasó? Simple: el siempre candidato radical, Jorge Martínez Salas, presidente del bloque Cambiemos, se opone desde que este tema se instaló en la arena pública. ¿Por qué? Porque él ya sabe que Benavidez no votará "todo lo que se le imponga" y que la joven "tiene sus propias convicciones políticas". Eso es un verdadero problema para el desmerecido concejal de la UCR porque, de a poco, se le plantean dos interrogantes: por un lado, dejar de presidir el espacio y liberar la conducción de la fracción política y, por el otro, darle vía libre al ingreso de jóvenes al HCD sin condicionamientos.

Lo que hizo Salas ayer es repudiable: primero, estiró lo más posible el inicio de la sesión para que Benavidez no estuviese en el lugar (trabaja en ese horario y le dieron permiso para acercarse al Concejo Deliberante por algunas horas) y, luego, planteó la imposibilidad de que la nueva concejal asuma porque "no era el ámbito de sesión correcto". Según el nieto de don Carlos Gesell, la joven debe asumir en una sesión ordinaria y no especial o extraordinaria. ¿Qué cambia? Nada, primero porque Benavidez le sumaría -le guste o no- un nuevo concejal para votar. Pero además, en la próxima sesión ordinaria la joven debe si o si asumir. Días más, días menos, el resultado es el mismo.

¿Y entonces qué busca Salas? Dilatar la asunción y convencer a Malgor para que regrese al HCD. Y si el bancario no accede, demostrarle a Benavidez que asumirá cuando "él diga". 

Ahora, la presidenta del cuerpo, Adriana Migliorisi, consultará a la Asesoría General de Gobierno de la provincia de Buenos Aires para que dictamine (aunque no es vinculante) si debe asumir Benavidez o no. Probablemente le respondan que debe asumir.

Esta no es la primera que Salas se interpone en la asunción de Benavidez. Hace algunas semanas se planteó el tema en el HCD y el jefe de la bancada de Cambiemos lo evitó. Esta situación recrudece la interna en el bloque a pocos meses de las elecciones legislativas, en las que seguramente muchos quieran renovar su banca. Ya muchos militantes radicales le apuntan a Salas por la conducción del partido y, en la última nota sobre el tema que realizó este portal, reconocidos militantes demostraron su apoyo a Benavidez.

La interna de Cambiemos, otra vez, por culpa de Martínez Salas, al rojo vivo. 

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