La comuna endureció los controles sobre vecinos que tiran restos en las veredas y vía pública. Primero se los notifica y luego, si no los quitan, se los multa.
A través de inspectores comunales que recorren las calles locales, la comuna endureció los controles a vecinos y comercios que arrojen basura, residuos o restos de poda en la vía pública.
Ayer, tal como ocurrio la semana pasada, los agentes municipales recorrieron distintas arterias de la ciudad y notificaron a vecinos que violaban la ordenanza vigente, depositándo restos en las veredas.
En una primera instancia, se notifica de la irregularidad y se pide solucionar el asunto en uno o dos días. Pero si el vecino no lo resuelve se lo multa.
En el mismo esquema de trabajo, la comuna controla también que no se utilice el agua corriente para regar, completar piletas o lavar autos. Eso mejorará la presión del agua en verano.
