El tratamiento llevaba apenas poco más de una hora cuando la presidenta del bloque justicialista Mabel Llompart decidió retirarse del recinto ante los comentarios constantes que realizaban los vecinos que pretenden detener la construcción del proyecto inmobiliario Mandalay, en la zona norte de Villa Gesell. Se levantó la sesión y los expedientes pasarán a la próxima reunión dentro de dos semanas.
Un nuevo episodio tuvo el Honorable Concejo Deliberante (HCD). La sexta sesión ordinaria de 2010 quedó inconclusa cuando recién iba a leerse desde la secretaría el orden del día. Las razones fueron una discusión entre los concejales oficialistas del Frente para la Victoria (FpV) y un grupo de ambientalistas, quienes abuchearon e hicieron sentir "incómodos" con su presencia a los ediles justicialistas.
La sesión comenzó con presentaciones fuera del orden del día, y un nuevo integrante ya que ante la licencia de Marta Gaeta en su lugar asumió Héctor Ortiz, suplente en la lista ganadora en las elecciones de 2007.
Un nuevo ingreso fue para repudiar la acción del concejal Jorge Martinez Salas, quien quince días atrás (durante la 5ª sesión) arrojó un bollo de papel sobre el escritorio de Mabel Llompart, luego de que esta le alcanzara el mismo papel en el cual se mencionaba a Martinez Salas como convocante de una marcha por inseguridad.
A continuación desde el Acuerdo Cívico y Social pidieron que haya una audiencia pública en relación a la construcción del mega proyecto inmobiliario "Mandalay", con la presencia de unos treinta ambientalistas en el lugar.
La solicitud no prosperó, incluso fue rechazado dos veces porque tuvo una segunda votación a pedido de Ricardo Cemborain, quien instó a rever la votación. Esta negativa ofuscó a los ambientalistas que abuchearon y luego deslizaron frases contra los ediles del Partido Justicialista.
En ese momento se oyó "falta de obediencia de vida" y pidieron "que se vayan todos", por lo cual la presidenta del bloque del FpV Mabel Llompart se levantó de su bancada asegurando "es una falta de respeto, así no podemos seguir", y se dirigió a Cemborain acusándolo "ustedes son los que provocan todo esto trayendo a esta gente".
Las palabras de Llompart enojaron aún más al grupo manifestante, quienes aclararon que no son llevados por nadie, sino que están preocupados por la playa y el impacto ambiental que generará retirar 60 mil metros cúbicos del frente costero.
Otro motivo que irritó a los ambientalistas fue la exposición de casi cuarenta minutos que realizó Llompart sobre el papel arrojado por Martinez Salas, y la falta de interés por el tratamiento sobre Mandalay.
En cuanto a la sesión quedó suspendida y todos los expedientes pasarán a formar parte de la séptima sesión, paralizando al HCD durante un mes sin ordenanzas.
La arquitecta Mabel Llompart, presidenta del bloque justicialista, señaló que los ediles de la UCR y el Acuerdo Cívico y Social fueron los que instaron a los ambientalistas a continuar adelante con sus reclamos.
Llompart destacó "no podíamos trabajar como corresponde, estas personas están propiciadas por el bloque de la oposición, ellos querían ingresar un pedido de los vecinos sobre una audiencia pública, y Cemborain instó a que se desatara esta situación.
Mientras estábamos sesionando abucheaban y emitían palabras groseras, y por eso decidimos que no eran condiciones para continuar. Después hablamos con algunos vecinos y entendieron que nosotros no atacamos ni defendemos, desde nuestro lugar tratamos que se cumplan las leyes, un expediente sólo lo puede ver el propietario o el profesional encargado, no podemos transgredir las normas".
Pablo Domínguez, uno de los ambientalistas que permanece desde hace dos semanas acampando en el frente costero norte para evitar que las palas mecánicas continúen llevándose arena, analizó la situación que se vivió ayer en el HCD.
Domínguez destacó "fue extraordinario porque vinimos para que trate el tema de Mandalay, nosotros estamos allá en un fogón hace dos semanas y se tiene que clarificar, la información se la tienen que dar a la ciudadanía, así que estamos luchando desde hace dos semanas para saber dónde están los documentos que avalan esta obra, el proyecto, el estudio de impacto ambiental, y acá todos miran para otro lado, por eso pedimos que se vayan todos, no nos están ayudando en nada, están faltando el respeto al pueblo que vino educadamente aplaudiendo y pidiendo que le den la información necesaria. Esta obra debería quedar sin efecto porque es un campo de concentración alambrado con guardias y perros, es una vergüenza, nunca se vio en Villa Gesell la playa alambrada, y estamos pidiendo que se vayan, que esa obra no se haga y construyan otra cosa que no afecte a la playa o dejen al médano como está".
