Si los hoteleros del lugar quieren cobrar entre 9 y 11 mil pesos por una semana se deben ofrecer servicios de calidad dentro de la cabaña. También hay complejos más modestos que por 7 mil pesos ofrecen una semana de alquiler.
Según informaron a SECTOR INFORMATIVO, la gente que elige ese destino balneario pretende servicios de calidad de acuerdo al dinero de desembolsa. Así, la clave para los oferentes de servicios de alojamiento pasó -al menos este verano- por ofrecer calidad y atención.
"Las tarifas son importantes, no quiere decir altas ni caras. Por el dinero que paga, el turista quiere calidad en los servicios y eso es lo que marca la diferencia a la hora de alquilar en un complejo lleno sobre otro medio vacío", indicó Pedro Coperchini, titular de Proa, al respecto.
Y para ejemplificar la nueva modalidad turística de cuidar mucho el bolsillo y solicitar cada vez más a cambio de los billetes arrojó algunos precios del verano: una cabaña con piscina climatiza, jacuzzi, plasma y dos habitaciones para cuatro personas en enero tiene un valor promedio de 11 mil pesos la semana mientras que un complejo que no tiene todos esos servicios puede cobrar a lo sumo 7 mil pesos por el mismo tiempo.