En Epistemología desde la mirada de Klimovsky, hay tres tipos de enunciados que están asociados al conocimiento científico, se trata de enunciados de 1er nivel o lo que vemos, los de 2do nivel, las regularidades generalizadas y los del 3er nivel, es lo que no vemos, que es lo teórico, sin embargo, desde esto que no vemos se explique aquello que sí vemos. Lo que estamos diciendo no es por mera gratuidad sino que puede guardar una cierta correspondencia con los hechos políticos del pueblo y ayudarnos a la hora de analizarlos.
Pasemos a aplicar esta analogía entre lo epistemológico y lo político, así, como enunciado de 1er nivel y en relación a lo que vemos nos topemos con la figura del Intendente local, después, como enunciado de 2do nivel se repita una derrota electoral del oficialismo y como enunciado de 3er nivel a los intereses del pueblo, porque aquí se explica el sentido final de las gestiones políticas aplicadas en el pueblo.
Entonces la cuestión a considerar pivote aquí, lo que vemos (1) y se reitere (2), sea explicado desde lo que no vemos (3) pero eso no supere el hiato entre intendencia e intereses que recorren y trazan al pueblo, el colectivo y el de las fuerzas económicas del pueblo en posesión de los servicios del balneario.
También en Epistemología es frecuente otra palabra un tanto curiosa como es la del "contrastar", y utilizada cuando de crea una hipótesis para determinar el valor de verdad o falsedad de la misma y ser contrastada, si o si deba irse a los hechos de la realidad a la que esa hipótesis se refiere, debe ponérsela a prueba, porque si afirma que "en el barrio X del pueblo hay más rubios que morochos", entonces, se debe ir al barrio X y contar los fenotipo incluidos en esa hipótesis y ahí, determinar si ella es verdadera o falsa.
Tal como debe hacerse con los ejes de una administración de gobierno, ya que en el fondo siempre ronda una hipótesis para llevar a cabo sus decisiones y acciones, sin embargo, una dificultad se suele agregar para poder contrastar estas hipótesis de gobierno, el potencial al que apelan esas acciones, decisiones y son muy lejanas en el tiempo, entonces, eso no posibilite su contrastar, ahora, eso ¿qué significa?, que no se pueda delimitar muy bien para quien se gobierna, y genere una correlatividad más cercana a la no gobernabilidad, tal como se afirma en la siguiente enunciado "a mayor potencial menor capacidad de acción" porque el resultado de los hechos presentes no tienen su efecto en el corto tiempo y no puedan ser apreciados por los vecinos del pueblo.
Asistimos a una licuación de acciones, de esfuerzos y de hechos que implica el hacer situando el potencial pero por otro lado, comience a posicionar en la sociedad presente el sentido de las creencias ciegas en tales acciones que no pueden por el momento contrastarse, "si privatizamos esto, entonces, lograremos lo otro" o "si otorgamos lo otro, lograremos esto", tal ser los ejemplos del potencial que señalamos y a nivel nacional, poseamos los mayores ejemplos.
Se trata de una trampa, de un embuste, de una estafa utilizar el sentido de tal potencial, es una justificación para implementar medidas impopulares, no correctas o sujetas a intereses nada claros y posicionar acciones de gobierno que tienen dos aspectos, o son manotazos de ahogados donde el gobierno no tiene ni la más remota idea de lo que debe gobernar o por el contario, intereses bien claros a favor de un grupo, clase, elite económica y medidas impopulares porque no benefician al colectivo.
En el pueblo por ejemplo, quedarse en las herencias del pasado de la calamitosa gestión Herneta o posicionar el futuro por lo potencial con su acto de fe, deje de lado al único segmento de lo temporal donde se vive, se padece, se disfruta o lo que sea: el presente, porque sin presente, no hay futuro y por ende, no habrá pasado, así, todo verdadero hacer no esté disociado del presente, y la contradicción que significa un presente sin presente solo sea posible por esa falta de continuidad de él en lo que llamamos futuro, el potencial que no es correlativo del presente, termine por anularlo.
Por eso uno, mude por dos, desde el decidir de tres.
Juan Oviedo
