Martes, 23 de Abril Villa Gesell

Opinión | Columnistas

Juan Oviedo, pensador local

12. Degradaciones

Si el espíritu devino virtualidad no fue por lo hegemónico de lo real como materia posicionada en hechos, sino por el mudar de nuevos significados ante la condición epocal de la modernidad y que lo determino a ser entidad de otro tiempo, sin lugar alguno en este mundo de hoy, así, el espacio trascendente y esencial del espíritu fue licuado.

No obstante, el espíritu será siempre algo más que epocal porque ¿cómo luchar ante lo adverso? ¿quién otorga la necesidad de la mirada que ve un poco más lejos de la mera convención?, ¿quien se enfrentara a la injusticia?, en tales interrogantes vemos la importancia de esa mitad intelección y mitad fuerza, potencia, energía, voluntad, en tales caracteres descanse esa presencia numinosa del fundamento libertario en nuestro mundo.

Entonces ¿quién reclama la presencia del espíritu?, solo otros con espíritu.

Que no lo concibe como algo inteligible, universal, etéreo, habitante de un mundo suprasensible sino que hablamos del espíritu del sentido colectivo, el espíritu epocal, el espíritu de un pueblo, que no representa a mesiánicos ni a salvadores iluminados sino al colectivos que sufre el padecer y argamasa para que ese espíritu en común emerja.

Para cambiar lo que debe ser cambiado, operando en lo contingente, elevarse y maniobrar ahí, por ello debe emerger.

Cuando lo liviano cobra su dominio lo es por la ausencia del espíritu señalado, entonces, reina lo soez, los hechos mandan y el desorden es ley, las instituciones decretan y las autoridades determinan, y los medios disponen la verdad usufructuada en beneficio del poderoso, tal ser lo liviano imperando en la contingencia.

Momento donde el espíritu debe decir presente y provocar intransigencia, lucha y propuesta revulsiva rescatando lo social, entre el campo y las selvas, en plena ciudad, como fuerza que resiste e inscriba a lo posible y a la utopía en lo real, por ello es que el espíritu siempre será bisagra entre lo contingente y su mudar, donde lo viable espera su oportunidad y combatir la desesperanza mundializada.

Porque todo hombre sin espíritu se trata de un ser degradado.

Alguien que no combate y laxo se abandona sin resistencia, la degradación le impide el mirar lejano ni le otorga vuelo de transformación, no existe el igual como uno, sino la individualidad y en ello, ¡el que me importa también!, el sálvese quien pueda habrá de seguirle como germen al rapiñaje y al trepar o la figura del puntero, del cliente político sometido y perpetuado a la especie camaleónica del político y sus gobiernos con su espurio cautivar.

Aquel que no tiene espíritu no podrá resistir y se habrá de abandonar ¡cuánto por delante es la tarea por hacer!, aprender, recuperarse, decidir, optar pero antes crear la alternativa de la libertad, escuchar a los otros porque de ellos también se aprende, tal ser la tarea pertinente que todo espíritu implica, crear poder para luchar contra la especie más representativa de este tiempo y creador de toda calamidad, la especie camaleónica.

Consistente en aquellos que se muestran de una pero que son de otra forma, los que dicen una cosa pero hacen otra, los que buscan engañar y así, secuestrar la voluntad que determina, en definitiva, hablamos de aquel que desde lo acomodaticio de su función supo acuñar el políticamente correcto, licuando lealtades y con ello, también la presencia de traidores, todos ajustados a la contingencia que manda, la vaciedad del espíritu consista en esa ausencia axiológica de la existencia de los leales, entonces, tampoco los traidores, y la pregunta que martilla ¿qué país, Nación, República y América, es posible así?

Ello nos muestre a la necesidad del espíritu y su fundamental operar.

Camaleón

¿Quieres ser mencionado en los medios,
En los discursos del camaleón,
De tus derechos y soberanía.....?
Pues si lo hacen.

¿O vivir la gesta silenciosa de tu diario trabajo
Donde se inicia el dialogo del derecho y de lo digno.....?

Si crees que la injusticia, la desigualdad y la explotación
Van a ser conjuradas por el sistema que los provoca
Entonces, no debes delegar por el voto a nadie
Y menos que menos posicionar al camaleón.

La razón de ser de los movimientos sociales
Que luchan contra la injusticia, la desigual y la explotación
Es la respuesta por tal delegar
Lucha por la siguiente ecuación
Si creces, entonces, no dependes
Y desde allí eliges
Sabiendo qué es lo que quieres pero fundamentalmente
Por ¡cómo lograr lo que quieres!

Pero si crees, has sido presa del camaleón
Y él no te permitirá crecer......
Porque tu crecer atente contra él
Entonces, debe degradarte.

Al rapiñaje, al trepar, a ser puntero
Y cliente político o voto cautivo
Perpetuarlos a ellos
Como especie que son en el estado.

Siempre ha sido así.........
En tu degradar, ahí te gobiernan
Y necesidad del emerger del espíritu.

Juan Oviedo, pensador local

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