Martes, 16 de Abril Villa Gesell

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Juan Oviedo, filósofo y profesor geselino

Honestidad

La honestidad es una palabra terrible por su condición referencial, porque nos presenta a una persona noble y pasible a ser depositario de cosas, dichos, alguien a quien se escucha, sin dobleces y mostrarse de la forma que es, por el cual no dé lugar o espacio a su contrario, el des honesto, al hipócrita o al afecto a las apariencias.

Pero honestidad intelectual es más difícil aun, porque se supone una forma de pensar muy propia y de cada uno, en correspondencia a la propia persona o forma de ser y nos recuerde a Parménides y su asociar del pensar con el ser, ahora, el espinoso tema de lo propio sea por el residir de los ajeno en lo propio, como es la educación, la cultura y los vínculos a terceros, nos plantearía de la imposibilidad de algo propio con semejantes referentes, entonces, ¿cómo definir esa honestidad intelectual?

La consecuencia para consigo sería la norma. No decimos un postular de la verdad detrás de toda honestidad intelectual sino de un punto de vista en correspondencia con ese consigo mismo y en la persona honesta, donde no exista un hiato entre una forma de sentir, de pensar y de actuar, la honestidad es una forma consecuente de ser consigo mismo tras su espacio en lo mundano.

¿Se puede criticar honestamente a la presente gestión de gobierno?, si claro que sí, ¿pero con tan pocos días de asumir, sin esperar el resultado de sus políticas hechas?, así señalado no se pueda dilucidar el resultado de las medidas tomadas. La crítica sea un a priori.
El periodista Viale, respecto a la ley de solidaridad económica sostuvo de estar frente a un simple y mero impuestazo.

¿Qué nos dice Viale?

En su columna, titulada “La hipocresía", aseguró que el gobierno de Alberto Fernández realizó un fuerte ajuste disfrazado de justicia social.
Cuando el peronismo hace el ajuste es solidaridad económica y reactivación productiva. Es raro.
Ahora, en contraposición a lo expresado por Viale.
"Hubo 2000 por ciento de aumento en los servicios públicos en los últimos cuatro años y lo llamaban 'sinceramiento'. Nosotros aumentamos por debajo de la inflación y lo llaman impuestazo".

Por un lado nos topamos con hechos y por otro lado con la adjetivación, este busque tapar a los hechos en cuestión, pero el "sinceramiento" fue rechazado y la "redistribución" de los recursos sea lo esperado.
La crítica de Viale es acerca del mundo productivo sosteniendo al mundo del subsidio. El malestar no es el saqueo, sino su disfraz de justicia social.

En consonancia con las afirmaciones de Viale, ofrecemos otros ejemplos de comentarios a su editorial y también cargadas de adjetivaciones "viendo cómo hacerle creer a la gilada que la devaluación es "solidaridad", que el impuestazo es "revalúo", y que el congelamiento de jubilaciones es "un gesto patriótico".
Y para contrarrestar lo señalado, el decir del presidente "A diferencia de otros ajustes, este no está pagado por los que menos tienen, sino por los que mejor están: los que exportan, los que producen petróleo o metales, el campo, los que están en mejor situación con sus bienes personales”.

El mundo productivo o sistema Neoliberal y mundo de subsidio e intervención estatal, el hecho económico y el hecho político, pero el primero es expresión politizada por la adjetivación y ocultar su sentido de renta y todo su significado ideológico, mientras, el estado actuar políticamente en pos de una redistribución necesaria por la situación social y con presencia ideológica sin ocultar.

El a priori de Viale en el fondo no son contra las medidas en sí, sino contra la ideología del gobierno y adjetivadas como (ajuste, impuestazo, saqueo) y así denostarla, pero aquí, ser víctima de su deseo por desnudar: la hipocresía, entre los datos y la adjetivación, y en la auto titulada honestidad. de su opinión.
Juan Oviedo, filósofo y profesor geselino

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