Jueves, 18 de Abril Villa Gesell

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Juan Oviedo, filósofo y profesor geselino

¿Hay organizaciones sociales en Villa Gesell?

Leemos en Infocielo, "En el Conurbano bonaerense la situación es peor: la medición de pobreza rozó los 40 puntos -39.8- y afecta a 4.5 millones de personas. Pero en el resto de los aglomerados urbanos bonaerenses no es muy distinta: en La Plata llega al 31.9 (unas 275 mil personas); en Mar del Plata 29.5 (192 mil); en Bahía Blanca 24.1 (75 mil)".

Continuemos con el diario digital "Minuto G" donde reproduce una nota titulada mini conurbanos, al respecto " Así define a ciudades del interior de la provincia, un informe publicado hoy sobre asentamientos. "En Mar del Plata, Junín, Bahía Blanca, Tandil y Olavarría, Partido de la Costa y Villa Gesell, entre otras, proliferan cordones urbanos similares a los del Gran Buenos Aires. Tienen características sociales, urbanísticas y delictuales similares a la del Conurbano", asegura la nota.

Según la página digital de Sudeste.info respecto a la desocupación y la pobreza en Villa Gesell, sostiene "Para el caso Villa Gesell es un municipio turístico en donde la crisis paralizó la actividad que mueve la economía en invierno. La construcción sufrió las consecuencias de la política económica. Hoy la desocupación ronda el 58 % y si sumamos la subocupación los niveles llegan al 70 %. En nuestra ciudad hay 24.000 personas en condiciones de trabajar, es decir que más de la mitad de esa franja etaria está sin trabajar. Esto platea la presencia activa de un estado municipal para abastecer las necesidades básicas de los vecinos en situación de vulnerabilidad extrema.

Aparentemente aquí estaría al respuesta de la ausencia de organizaciones sociales en el pueblo, donde la pobreza en alguna forma es soliviada por la ayuda estatal, y esa condición nutriente de todo movimiento social .-pobres- no necesite de tal representación, además, estos movimientos son organizaciones pero fundamentalmente se encuentren bajo la conducción de un líder aglutinador al cual los integrantes apoyan.

En ese aspecto podemos sostener que si bien hay pobreza, no encontremos líderes de esas características en Villa Gesell y los lleve a crear e impulsar una estructura social con capacidad para presionar, ¿y por qué?, porque las condiciones operativa de las organizaciones sociales son las movilizaciones y el piquete, pero tales hechos aquí, ¿tendrían éxito?, en un colectivo donde no se destaca la participación de la gente en movilizaciones o por el reclamo que sea, se hace difícil el éxito de tal metodología, además, después el siguiente paso por negociar y obtener lo reclamado como mayores subsidios, planes sociales, espacio en una mesa de discusión, en un ámbito sin autonomía económica alguna para dimensionar el gasto público, hablamos del municipio, sea algo inútil tal hacer.

Sin embargo, se cuenta en el pueblo con representantes políticos llamados "punteros", una suerte de nexo entre la gente de los barrios y políticos locales al frente del municipio, pero el puntero trabaja para redituar votos en épocas electorales sin capacidad para cualquier tipo de manifestación de carácter piquetera, donde ese puntero es controlable por su jefe o patrón político.

Y momento de citar a la economía popular como unos de los objetivos de las organizaciones sociales, para paliar el desempleo y la desocupación, algo necesario por la tajante recesión imperando en el pueblo en su época invernal, tal economía enfatiza un producir y por ende un trabajar, pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de economía popular?, la de fabricas recuperadas, agricultura familiar, cooperativas de servicio, algo impracticable en el balneario, solo disponer de trabajos en la vía pública: como artesanos y vendedores ambulantes, algo impensable como tal en pleno invierno regional.

Pero no nos engañemos, no es por la ayuda municipal la no proliferación de organizaciones sociales sino por la ausencia de lo político entre este colectivo de pobres como son: asambleas barriales, solidaridad comunitaria, agenda participativa en el gobierno, propuestas a una economía distinta y popular, tal ausencia redunden en un clientelismo por una costumbre naturalizada y mansa pobreza, junto a una resignación dependiente y un disponerse a la dádiva, he aquí en estas variables la expresión de este colectivo somnoliento y sufriente del sopor de las temporadas, donde año tras año lo duerme cada vez más.
Juan Oviedo, filósofo y profesor geselino

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