Viernes, 19 de Abril Villa Gesell

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Juan Oviedo, pensador local

Optocracia

Los sueños e ilusiones que supieron despertar el sistema de gobierno democrático como anhelo de una forma política, calaron hondo en las épocas donde las dictaduras mandaban, pues, decir, participar, operar, elegir, eran todas acciones alineadas hacia mejores condiciones de vida, sin embargo, al día de hoy, parecería que tales sueños fueran perdiendo su capacidad ilusoria por mostrar su cabal condición, elegir a quien nos representa en el fondo, impida la solución de los problemas por lo que se los hubo elegido.

Ya van más de tres décadas y pico el haberse instalado el sistema señalado de la democracia y parece afianzado como tal, más allá que todos terminemos padeciendo lo que las mayorías eligen, porque el sistema está preparado para que así funcione, elegir pero no gobernar y posicionar por la mayoría a nuestros representantes..

¿Alternativa?, se llama optocracia (1) y la definición reza lo siguiente " La Optocracia es una forma teórica de organización de grupos de personas, cuya característica predominante es la capacidad de cada persona de poder optar que "Tipo de Gobierno" la regirá", y lo interesante se encuentra aquí, "y no el impuesto por la Mayoría o la 1er Minoría".

Si le hace ruido el concepto de "tipo de gobierno" significa un gobierno con alternativas políticas a desplegar como mayor o menor restricción a estrategias cortoplacistas o su contraparte, ¿ listas sábanas o no?, políticas "liberales" o "conservadoras", ¿con Poder Previsional o no?, pero quizás muestre como nadie la mentalidad de los que eligen, porque según lo que elijan lo harán desde su condición de vasallos hacia un señor feudal, otros, vivirían en un estado socialista, mientras que terceros erigirían a un tipo de gobierno de neto corte neoliberal, por supuesto, cada tipo de gobierno implicaría un postulante que lo representará.

Como parte de esta especulación apliquemos esta teoría al colectivo local.
Así, una escena política en los últimos 20 años en el pueblo se ha ido reiterando, los mismos candidatos en el régimen democrático. Supongamos que realmente se plasmara la opción de la optocracia, por el cual no volverían a estar frente a nosotros los hijos de las cantidades como fueron los Baldos, los Ernetas y los Barreras, ellos como representantes de un gobierno mayoritario -al que muchos los hubieron de sufrir-, bueno, ellos ya no serían candidatos de nada, los parapetados en las mayoría no serían más que el reflejo ausente de la historia de un pueblo que fue preso de la dictadura de la cuantificación, porque lo que hoy imperaría como nuevo espíritu posicionado por la optocracia, sería la búsqueda de lo conveniente para el desarrollo personal, social, comunitario, algo que el propio ciudadano elegiría desde sí.

Los sistemas democráticos al igual que el mercado, posicionan necesidades ajenas (en especial en las campañas electorales) y que a través de la propaganda, la publicidad y con el martilleo de las mismas, terminan introduciéndose en la mente de los votantes, y cuando éste elige, no tiene presente sus cabales y reales necesidades

Por ello, lo positivo de este sistema es que la gente comprobaría de forma efectiva qué tipo de elección ha realizado, qué tipo de intereses ha posicionado y a la postre, qué sistema le conviene.

Imagine en el pueblo, entonces, tres tipos de gobierno ejercidos simultáneamente entre vasallos, socialistas y capitalistas, y con una relación aceitada de recursos, ingresos e impuestos monitoreados por los propios ciudadanos, los señores del feudo en el pueblo abundan, los capitalistas o los dueños de los servicios también, la orfandad siempre genera a los iguales y germen del socialismo, pero tanto señores, patrones y dirigentes sociales, serían electos desde la cabal condición de sus hechos, y los sistemas elegidos bien a la vista, entonces,¡ nada de lealtades ni de traidores!, pues el sistema que mejor protege y tiene en cuenta la necesidad de sus electores, es el que se elije, se opta, se quiere y se deseo o en otras palabras: optocracia.

Por supuesto que esta teoría no tiene aplicación por el momento, pero que es un poderoso llamado de atención al ejercicio democrático en la actualidad, donde la representación y la cantidad, que son sus bases elementales, se tornan en definitiva los males que sufren millones de minorías y la burla de ser soberano, sólo el día de la votación, después, ser un representado más del astuto de turno que supo posicionarse parapetado en un sistema llamado democracia o la elite de los representantes.

Juan Oviedo

N (1): Luis María Guerrero, en Pág. Web: optocracia.blogspot.com.ar/2012/12/1 

Juan Oviedo, pensador local

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