Jueves, 28 de Marzo Villa Gesell

Opinión | Columnistas

Juan Oviedo, pensador local

Candidatos

Todos por derecho podemos postularnos como candidatos y representar a nuestros vecinos en un futuro gobierno, si bien se deben cumplir algunas prerrogativas, practicadas estas, sin lugar a dudas se puede ser candidato.

El pueblo cuente con muchos potenciales candidatos para ocupar el ejecutivo local, ahora, ¿qué cuestiones deban estar en la interioridad de estos potenciales que les haga creer que puedan ser votados y elegidos como intendente?, confianza en sí mismo, tener una autoimagen de dirigente y posicionar un discurso para convencer a terceros.

Ahora, tales cuestiones si o si deben tener vigencia en el colectivo por cierto tiempo, y no autoafirmarse grotescamente con el "aquí estoy, vótenme" en meses previos a una elección, ¿el resultado? previsible, reunir una magra cantidad de votos y que por lo general se trate del sufragio de amigos, familiares y despistados.

Un candidato en serio debe caminar el espacio que procura gobernar, pero no para darse a conocer sino para enterarse de la realidad del barrio, de la gente, de sus problemas, necesidades etc., realidades que desconoce de primera mano porque no ha estado "in situ", pero si el equipo del candidato considera que es importante que él sea conocido, es porque para ellos lo más importante de ese dar a conocer redunde en posibles votos y quede en segundo lugar "ese conocer" y al que potencialmente se desea gobernar.

Así, una delgada línea y su intencionalidad de fondo implique esa condición de "conocer o darse a conocer", pues en la segunda opción estemos frente a un posible usurpador de la credulidad de la gente y utilizarla en su beneficio personal para ser elegido, con el peligro que una vez instalado en el ejecutivo, continúe con la metodología utilizada, el rédito personal a su condición de Intendente. Por el contrario, ver la situación y el estado de la comunidad como también pensar las soluciones a implementar, muestre teóricamente su real capacidad para resolverlas.

Y si por ventura, desde el a priori de no saberse competente, un paso al costado completaría el círculo de su honestidad.

El aspecto moral de la honestidad en todo candidato es algo difícil de probar porque se parte de que ellos lo son, ninguno se presentará como deshonesto más allá que lo sea, ahora, si la honestidad es algo que se presupone pero que no es demostrada, eso pueda traer un problema a futuro cuando el candidato elegido, ¡no lo sea! la estafa moral ser más que evidente

Entonces, la honestidad es una cualidad que no debe suponerse sino que debe demostrarse porque está en juego un colectivo por el cual el derecho a postularse ¡no baste!, sino que deba ir acompañado por la certeza de honestidad de ese potencial representante y su certificado como tal, no ser otorgado por universidad, escuela o institución alguna, sino ser concedido por la gente que aspira a representar.

Por eso la relación entre "darse a conocer o conocer", nos dé una pista en la dicotomía de aquel que se muestra honesto y su verdadera condición de honesto, porque no es la presunción que condena sino su prueba, de lo contrario, la condena la sufrirán quienes votaron a aquel que se presentaba de una forma pero resulto ser de otra, ¿recuerda usted en el pueblo algún caso particular?, hágalo, pues los hubo.

Así, miremos y observemos a los siempre o los nuevos candidatos del pueblo, que hacen fuera del periodo electoral, ¿salen, se acercan a los barrios, dialogan con los vecinos, caminan silenciosos las calles, peticionan por problemas comunales? o por el contrario, se los ve en los medios, exalten en reuniones partidarias, apelen a la superficialidad del mostrar junto a la fanfarria de la apariencia y consideren a tal folclor, un cabal camino a la representación.

Y en este punto, no sería serio preguntarnos por la demostración de honestidad en tales candidatos, pero si por esas cosas llegaran a ser reales candidatos, no es que la seriedad se hubo perdido en el pueblo sino que el pueblo vota a sus iguales..

Juan Oviedo

Juan Oviedo, pensador local

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