Miércoles, 24 de Abril Villa Gesell

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LAS DROGAS COMO NUEVAS GUERRAS

"...las drogas son la cara moderna del filicidio como lo son las guerras...ahí mueren los hijos" - C.Olivenstein.

Las drogas representan la cuarta potencia económica del mundo detrás de las armas, el petróleo y los negocios de la salud. El negocio tiene dos caras minimizar los riesgos del uso (tarea de marketing que incluso harán los propios consumidores en la primera etapa de "luna de miel" o incluso personas de prestigio social que comunican el consumo como índice de referencia y status) apuntando a las flaquezas (especialmente de valores culturales, pobreza, desfamiliarización, incumplimiento de la Ley) que tiene toda sociedad y la creación de múltiples bocas de expendio desde barrios humildes, ahí se recolectarán los llamados "soldaditos" (mano de obra para tareas de logística y delivery) ,hasta los lugares VIP de la sociedad. Aparecerá así una muerte anticipada de los jóvenes como en las guerras; o sea el filicidio que representa la mutilación, denigración y matanza de nuestros hijos.

Donde se refleja el índice de penetración de una manera fuerte es el interior del país y no solo en las grandes urbes. Desde hace varios años trato a jóvenes que vienen de pueblos del interior bonaerense y de Santa Fe y en general de otras provincias. Me asombran los cambios que se han dado en los últimos años por la multiplicación de la oferta de sustancias psicoactivas.

Pequeños pueblos de 20 .000 habitantes o villas de no más de 6.000 se encuentran tapizadas por distribuidores. Un padre azorado me decía que hoy en esos pueblos los prestamistas no tienen más segura protección de su dinero que dárselo a los "dealers" que le multiplican al 20% mensual el capital original. Así crece geométricamente la oferta y por ende la demanda en núcleos vulnerables. Averiguando con pacientes recuperados de esos pueblos me confirman esta nueva modalidad de la "patria rentística" y usuraria en donde el capital no se invierte en producción sino en la multiplicación de consumidores.

Estos males locales son un retrato de un malestar global o sea que atiende en su magnitud a todo el país. La marihuana está igualando al cigarrillo en el consumo juvenil en nuestro país (datos de Sedronar en escuelas secundarias de CABA). Las plantaciones en casas y viveros especializados con mutaciones genéticas de alta concentración de cannabis es ya un dato cierto.

Mientras tanto el abuso de alcohol llega al 33,5% de la población juvenil .Ni hablar de las sustancias sintéticas como éxtasis en donde hay redes preparadas para todos los centros de diversión nocturna juvenil. Creció el 1.200% y con gran impacto según la Sedronar en la Provincia de Buenos Aires. Aneurismas en gente joven, arritmias, infartos en intoxicaciones son atendidas en suelo bonaerenses anuncian médicos de los hospitales platenses. Además -y lo puedo testimoniar en mi tarea clínica - toman algunos 3 o 4 pastillas de éxtasis en una noche electrónica que comienza a las 2 de la mañana hasta las 17 hs. del día siguiente.

La estadística -fría-marca de 12 a 16 años el inicio del consumo .Mientras tanto hay decenas de laboratorios clandestinos que producen estas pastillas en nuestro país denuncian pacientes y fuentes periodísticas serias. La ketamina ("keta") está haciendo estragos ya que es un disociador de la personalidad (con claros efectos psicóticos) creando una realidad paralela por los cambios perceptuales y sensoriales que provoca.

A la vez hay ciudades de la Argentina con tasas de homicidio paralelas a las de países con altos indicies delictivos como por ejemplo Mar del Plata. En el conurbano las autoridades judiciales y policiales decidieron conjuntamente con representantes municipales reforzar "25 zonas críticas ". Nombres que me resultan conocidos porque los pacientes me relataron peripecias con esos lugares (La rana, V.Korea, sapito, etc.).

Me estoy refiriendo a un cambio de escenarios en donde ya no son los barrios críticos del Gran Buenos Aires sino, también, el interior rico en cereales y en agroindustria al que llamé "Ruta de la soja y drogas". Las vulnerabilidades en ambos sectores (interior profundo sojero y cerealero con agro industria y el conurbano) son parecidas en cuanto a la perdida de la vida familiar y la caída de la escuela como transmisora de valores. Por otro lado en ambos sectores la aceptación social del consumo junto a la tolerancia a las mismas -específicamente en la adolescencia- es un dato crítico. Temas -estos últimos- reiteradamente dichos a través de estas columnas. El oferente de drogas tiene un negocio seguro ya que no hay un sistema inmunológico educativo cultural protector desde la primera infancia.

LA LOGICA DE LA PLUSVALIA DE LAS DROGAS

A mayor aceptación social del consumo de drogas, mayor oferta de las mismas. A mayor oferta y cantidad de consumidores, mayor aceptación social y creencia de que no hay riesgos en el consumo. A mayor educación social y escolar de los riesgos en el consumo, menor oferta y menor aceptación social.

Estas son hoy leyes en el mundo acerca de cómo se incrementan las epidemias de drogas o cómo decrecen las mismas. Hoy en la Argentina la oferta sigue, podríamos decir, la "ruta de la soja" porque donde hay mayor riqueza habrá más capacidad de compra ante una oferta ávida de demandantes. Sólo hace falta que haya aceptación social, o sea un grupo grande de jóvenes que crean que consumir no hace daño. La órbita de las creencias es lo que va a fundamentar actitudes. De acuerdo a lo que yo crea, actúo. La ingeniería social de la producción del consumo necesita la creencia que las drogas no son perjudiciales a la salud; desde ahí ante una oferta activa se puede dar un aumento de la demanda.

En una provincia de gran producción de soja (S. Fe) se estudió en tres zonas (rural, urbana y otra urbano rural) el fenómeno de las creencias, las actitudes y la aceptación social. Se realizó este estudio para combatir los mitos (por ejemplo: las drogas no dañan) y encauzar una prevención social desde las escuelas. Los resultados en todos los territorios provinciales dieron muy parecido, lo cual demuestra que hoy, sobre las diversas localidades aún las más pequeñas, los impactos son globales (estudio realizado por el Dr.H.March 2005).

LA PLUSVALIA NECESITA FALTA DE CONCIENCIA SOCIAL

Casi el 40% de los adolescentes cree que las drogas no dañan (lo cual asegura que ante la oferta haya una gran población sociológicamente cautiva). Más del 70% cree que no generan dependencia (esto estimula la idea que las drogas se pueden dominar en su uso cuando en realidad, y máxime en edades de máxima vulnerabilidad como lo es la adolescencia, es justo al revés). Más del 30% reconoce que hay mucha presión social para el consumo. Un porcentaje alto cree que es un factor de integración social (por ejemplo, para "estar bien" en las fiestas o en la vida grupal) llegando esto al 25% de la muestra. A su vez, un cuarto de la población analizada cree que no interfiere el ritmo de los estudios cuando en realidad la ingesta de estupefacientes es un predictor de descenso del rendimiento académico.

Estos cinco elementos estudiados: daño, causación o no de dependencia, presión social (compañeros, canciones, clima social, etc.), factor o no de integración y alteración o no del ritmo académico nos muestran que es alta la aceptación social. Una de las consecuencias de esto puede ser que el consumo ayude a marginalizar a un adolescente. Se ha demostrado que el consumo de drogas es un intermediario privilegiado para el delito juvenil. Se reconocen cuatro pasos: a) habilitación: "te doy la dosis pero me debes algo"; b) trueque: " la dosis por unas zapatillas" (por ejemplo); c) compra directa: paga para conseguir droga; d) entrada en el mini tráfico a cambio de la dosis personal pasando de esta manera a un circuito delictual. Esto último se complica cuando el joven necesita más drogas porque su enfermedad lo lleva a tomar mayor cantidad de sustancias para conseguir los mismos efectos.

Todos estos son pasos que la sociedad, los padres, los docentes y los comunicadores debiéramos conocer para prevenir: desde la aceptación social de las drogas se puede pasar a conductas delictuales. Mi tarea clínica con jóvenes me lleva a ver a diario estas situaciones.

Dr. Juan Alberto Yaria
Director de GRADIVA -Rehabilitación en adicciones

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dr. Juan Alberto Yaría

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