Viernes, 26 de Abril Villa Gesell

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COMUNICACIÓN TECNOLOGICA E INCOMUNICACION AFECTIVA

"...no permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas..." - (WALT WHITMAN 1819-1892)

Vivimos en la clínica cotidiana de atención de adolescentes y sus familias una disyunción o grieta entre el desarrollo tecnológico y , por otra parte, el desamparo de miles de jóvenes junto al desconcierto de los padres. La inermidad afectiva se une a un desarrollo tecnológico evidente que se transforma en nuestros jóvenes en síntomas de ansiedad y de depresión. Las adicciones tecnológicas abrevan en un suelo de abandono emocional y eso parecen decirnos nuestros pacientes más jóvenes.

La década del 60 y los fines del siglo XX marcan cambios, por un lado social, y por otro tecnológico ya que ahí explota la revolución de la informática y de la comunicación en tiempo real. Cae el muro de Berlín como fruto de la caída de un Imperio que se soñaba eterno y desde el fax y los ordenadores pasando por el Facebook, la Internet mundializada, el Instagram, schnapchat, wapp y el celular como la simple condensación virtual del mundo cambia la vinculación que de ser de vínculos humanos pasa ser predominantemente a través de aparatos.

Desde la Revolución Industrial sucedida hace 200 años al mundo actual el crecimiento tecnológico es cada vez más acelerado siendo las consecuencias sociales impredecibles. La ingeniería genética actual tiene un impacto que desafía nuestro entendimiento .Se ha llegado al poder de crear y al diseño de otras criaturas.

Los estudiosos del desarrollo tecnológico desde Silicon Valey (California) e Israel como Raymond Kurzeil y Yubal Harari (el Homo Deus) anuncian nano-tecnologías aplicadas a la Medicina que permitirán vivir mucho más de 100 años. Los pronósticos quizás más alucinados hablan de una a-mortalidad (nombre raro para mencionar un envejecimiento cada vez más largo). La nano-medicina permitirá que maquinas microscópicas viajen a lo largo de nuestro cuerpo reparando todo tipo de daños a nivel celular (incluso células cancerígenas). Pensemos que hace 20 años una persona de 55 años ya era vieja y hoy hay gerentes de 80 años plenos y lúcidos.

La tasa de innovación en tecnologías de la computación crece de un modo no lineal, sino exponencial (autos con robots sin chofer, el cambio de la industria automovilística por la robótica por ej.) y no hay razón técnica para que este tipo de crecimiento no se mantenga de ese modo en el siglo XXI. Esto a nivel de costumbres y de la vida familiar también tiene consecuencias y más cuando todo esto se une al desamparo afectivo.

LEJANIAS EMOCIONALES

Por otro lado se marca desde ámbitos científicos los aspectos negativos de la tecnología cuando no hay vinculación familiar fructífera.Luis Rojas Marcos desde Nueva York (fue Director de Salud Mental en New York) junto con la Royal Society of Public Health (RSPH) y la Universidad de Cambridge (Inglaterra) recoge que el 91% de la juventud de entre 16 a 24 años usa internet para conectarse y las consecuencias se observan en el campo de la ansiedad y la depresión (71 % de jóvenes sobre una muestra de 1.500) . Las adicciones tecnológicas se acompañan de trastornos en el sueño y en déficit de atención que impiden el aprendizaje escolar. Instagram y schnapchat son las redes de mayor daño ya que trabajan sobre obsesiones corporales en los adolescentes. A su vez todo este desarrollo ha llevado a un aumento de los problemas de salud mental en la niñez (1 de cada 5) , aumento del 43 % de trastornos por déficit de atención, un incremento de la depresión adolescente y de los suicidios juveniles. Al lado de esto se observan padres escasamente disponibles, emocionalmente ausente y con falta de límites claros en la educación. Padres permisivos y distraídos digitalmente.

LOS PARIAS

Hoy se habla de la "desnutrición relacional" en la vida familiar y de una intoxicación de tecnología. Como ejemplo de estos 20 años en donde el aceleramiento tecnológico se unió a un desamparo afectivo está Jorge. No conoció a su padre y le informaron que vive en su localidad pero no se ocupa de visitarlo ni de acompañarlo en su proceso evolutivo. Su madre consume y desgasta su vida con relaciones poco gratificantes y de escasa proyección. Su vida transcurría entre la comunicación digital a través de los aparatos en su habitación o en el amplio y peligroso mundo de la calle. Lo veo a Jorge hace 2 años luego de una derivación judicial por robos y una gran carrera de consumo.

En sus 17 años aparentaba ser un adulto. Su mirada siempre tenía la tonalidad de una trampa. Parecía la máscara de la hipocresía, siempre una segunda jugada estaba en juego con una clara distinción entre lo que decía y lo que luego hacia. La traición vivida en su vida desde siempre de afectos, de cuidados no dados, soledades temidas se fue transformando en él en una barrera ante los otros con un contragolpe también traicionero . Primero , el golpe o la defraudación nunca la entrega confiada. Cuando lográbamos romper esa coraza aparecía un abrazo largo no exento de llanto. Nos pedía que no lo traicionemos más.

Hoy utilizamos con frecuencia los siguientes conceptos: deprivación afectiva, negligencia en los cuidados familiares, violencia en los tratos, abusos varios (sexuales por ejemplo), "volver loco al otro" como símil del asesinato psicológico, des-confirmación ( no existe el otro como persona en una relación), utilización de un hijo contra el otro miembro de la pareja; y así sucesivamente distintas maniobras perversas a los fines criminosos dentro del circuito familiar que tendría que ser un núcleo de vida.

Hay miles de jóvenes así en nuestro país .Muchos tienen la suerte de entrar en comunidades terapéuticas en donde se intentará generar un ciclo sano de crecimiento (con afecto, socialización, educación, limites, proyectos) . Otros quizás, vagarán por las calles o terminarán en cárceles.

DR. JUAN ALBERTO YARÍA

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