Mas allá de la inversión monetaria, que salen de las arcas municipales, la obra representa un derecho fundamental con el que cuenta la comunidad a utilizar el sistema que otorga el estado en buenas condiciones. Por su puesto que estos trabajos también cubren una deficiencia olvidada en relación a la necesidad de que el personal que trabaja en el centro de salud pueda cumplir sus tareas cómodamente, en un ambiente confortable.
Entonces, teniendo en cuenta el debe y el haber, no hay dinero que este mal gastado cuando se habla de salud publica. En todo caso se debe ver la obra como una inversión necesaria que tendrá un fin beneficioso para todos los que utilizaron, utilizan o utilizaran el nosocomio.