El balneario, situado en el norte de la ciudad, será demolido durante la semana que viene. Será el final, esta vez sin la ayuda de la naturaleza, de otra edificación de cemento instalada sobre la costa geselina. Lo que no se sabe es la forma en que la comuna organizará los posteriores esquemas de demolición, el orden, el tiempo que tomará concluir el trabajo.
El balneario asumirá los costos del derrumbamiento ya que esa era una de las condiciones que el gobierno había impuesto para que la estructura pudiese seguir en pie y acceder a más tiempo de explotación en temporada alta. Luego de años de mantenerse en píe aguardando la llegada de los turistas, la edificación finalmente será tirada abajo.
Lo que no se sabe y causa gran expectativa entre los concesionarios gira en torno a conocer cuáles son los balnearios que siguen la misma suerte que "Pepe sombra", el orden de demoliciones, quiénes cargarán con los costos ni el tiempo que requiera afrontar el esquema de trabajo de lo que supone será un nuevo horizonte en nuestra playa.