Barrera dijo que la situación eléctrica geselina es "deplorable", con corte de servicios múltiples y diarios, caída de postes, cableado de media tensión a la altura de la cintura y alimentadores sobre la vía pública, palmeras podridas que se caen solas, situación que apura la necesidad de un cambio dentro de Cevige.
Luego del rechazo, durante la mañana de hoy en el HCD, de la oposición para que se convalide a Silvana Szmukler como representante municipal ante la empresa, el intendente Gustavo Barrera se mostró preocupado por el panorama energético local y volvió a pedir la salida inmediata del Consejo Directivo de Cevige.
En dialogo con SECTOR INFORMATIVO, Barrera dijo que la situación eléctrica geselina es "deplorable", con corte de servicios múltiples y diarios, caída de postes, cableado de media tensión a la altura de la cintura y alimentadores sobre la vía pública, palmeras podridas que se caen solas, situación que apura la necesidad de un cambio dentro de Cevige.
Y fue fulminante al declarar: "este es el momento para que la Comisión Directiva de Cevige de un paso al costado. En plena temporada y con la ciudad ofreciendo servicios, tratando de sobrevivir, ellos dejan sin energía a los comercios, al hospital, a los vecinos. Siempre hay una excusa para poner: el podador, las ramas, los camiones, falta que digan que el eclipse deja sin luz a la ciudad. Honestamente, juegan con la necesidad de la gente y plantean una guerra a "todo o nada" para resistir en los cargos. Siguen con la idea de hacerse "la temporada".
Para el jefe comunal, la salida de Flores y equipo no puede esperar hasta marzo. "Villa Gesell necesita que hoy haya un cambio. Esto no es una negociación, es un derecho de los geselinos, recibir un servicio digno de una empresa de servicios".
También hizo hincapíe en los empleados de Cevige, para aclarar que ellos no están acusados de nada. "Tenemos un grupo humano que trabaja dentro de la cooperativa que es de excelencia, acá el problema no es con los empleados, quienes demuestran a diario su vocación de servicio. Acá el problema es con los que administran el dinero de la empresa, los mismos que le deben casi 200 millones de pesos al mayorista en concepto de compra de energía. Los empleados son rehenes de una comisión rica, que dejó una cooperativa pobre".
