En Cambiemos no hay más que indefiniciones. Sin mucho paño de diálogo para avanzar en una negociación, probablemente se terminen dando tres listas: Cima, Baldo y Luna, los tres en busca de quedarse con el color político que representa a Macri y Vidal en Villa Gesell.
La confirmación de la candidatura en busca de la reeleción por parte del intendente Gustavo Barrera, apura los tiempos en Cambiemos. Es que, todavía había margen (y lo hay, de hecho, hasta el 21 de junio) para negociar y generar una lista de unidad o determinar quienes se enfrentarán en interna.
Pero la realidad es que, en Cambiemos, no hay más que indefiniciones. Sin mucho paño de diálogo para avanzar en una negociación, probablemente se terminen dando tres listas: Cima, Baldo y Luna, los tres en busca de quedarse con el color político que representa a Macri y Vidal en Villa Gesell.
Desde que este medio publicó una nota sobre la posible interna, parece haberse producido una "stand by" en ese sector político. Nadie movió el avispero. Es que, las cosas se pusieron cada vez más dificiles para la alianza gobernante de la provincia y la nación: Cima está "desaparecida", Baldo no parece "querer hacerse a un costado" y Luna quiere "su lista" a todo o nada.
Para sumar a esta hermosa historia de traición y poder, la confirmación de Barrera no ayuda a Cambiemos y los "apura" en la definición. La cosa sería más o menos así: Barrera lanzó antes su candidatura, en su mejor momento de gestión, y el triuvirato Pro/Radical quedó "pagando" sin escenario cierto. Ahora, correrán al intendente desde atrás.
En los pasillos de la ciudad, esos que hablan de la arena política, se dice que podría haber un arreglo entre Cima y Luna, enfrentando a Baldo y equipo. Pero también es una especulación.
El gran problema es que nadie sabe cómo resolver la interna "de forma pacífica" y sin que los que pierdan se sientan heridos y, al final de cuentas, terminen jugando en contra.
