El corte de luz del domingo pasado obligó a gestionar tres grupos electrógenos para personas electrodependientes. Uno lo entregó bomberos voluntarios, otro la comuna y el tercero iba a ser otorgado por Cevige, pero volvió La Luz y no fue necesario. El roce emanó porque la cooperativa debe, por ley, contemplar la entrega de estas unidades a quien lo requiera.
Cuando la pelea entre Cevige y la municipalidad parecía finalizada, o al menos "suavizada", ahora surgió un nuevo cortocircuito por la entrega de grupos electrógenos a personas electrodependientes durante el corte de luz que dejó a oscuras a todo el país durante gran parte del domingo pasado.
El asunto es así: durante el corte de luz del Día del Padre, tres viviendas geselinas necesitaron grupos electrógenos porque tenían, en el seno de sus respectivos grupos familiares, alguna persona con necesidad de energía eléctrica constante. Como consecuencia, tuvieron que pedir un grupo a los bomberos, otro a la comuna y el tercero iba a ser entregado por Cevige pero, cuando estaba siendo gestionado, regresó el suministro eléctrico y se normalizó la situación por lo que no fue necesario la intervención de la cooperativa.
Hasta ahí todo bien. El inconveniente surgió luego de que las autoridades municipales corroboraran que, por ley, Cevige debe entregar los grupos electrógenos a quien corresponda por esta necesidad, pero, tal al estilo de la cooperativa, las cosas siempre se manejaban por lo bajo y en silencio. Esa actitud, molestó, fundamentalmente al jefe comunal, Gustavo Barrera, quienes deslizó, en dialogo con este medio, que no hay colaboración de la empresa de energía eléctrica de la ciudad.
Este roce entre Cevige y la comuna no es novedad. Ya hace un tiempo que viene el tironeo, primero por la deuda de la municipalidad por el alumbrado público y luego por la deuda de Cevige con Cammesa, la comercializadora mayorista del suministro, a quien Cevige ya le debe casi 400 millones de pesos.
