El Gobierno otorgó un subsidio a la comunidad peruana y boliviana para ayudar a la organización de la fiesta de Copacabana y la independencia del Perú. Pero, parece ser que, a algunos no les cayó bien el otorgamiento de dinero para ayudar a la organización de los eventos. Y los comentarios generaron preocupación por su tono xenófobo.
Digno de una sociedad hipócrita y al límite de lo que podría considerarse una verdadera ofensa, generó gran preocupación la escalada xenófoba que se originó por el otorgamiento, por parte del Gobierno local, de un subsidio para que la comunidad boliviana y peruana realicen sus respectivas fiestas populares.
La reacción de algunos vecinos generó preocupación, y en muchos casos rechazo masivo. Es que, el Gobierno local otorgó -como realiza todos los años con tantísimas celebraciones y acciones sociales- un subsidio a la colectividad peruana y boliviana, las cuales celebrarán el aniversario del vecino país y la fiesta de Copacabana respectivamente, pero fueron el foco para que algunos vecinos levantaran las banderas de la xenofobia.
Parece ser que, a algunos no les cayó bien el otorgamiento de dinero para ayudar a la organización de los eventos. Y, en consecuencia -como se puede apreciar en los comentarios de esa nota dentro del Facebook de Sector Informativo- pidieron "no entregar el dinero del pueblo" a acciones que, evidentemente paa esos lectores, no tiene "sentido" y sólo son "buscadoras del voto extranjero". Honestamente, una verdadera locura.
Según los vecinos, ese dinero que se utilizó para los hermanos bolivianos y peruanos, debería ser invertido "para los argentinos", para "mejorar el hospital" y otro listado de pavadas sin ningún tipo de fundamento lógico.
Atentos, lo que está pasando en Gesell no es menor. Que la ola xenófoba no invada a una comunidad que siempre recibió con las manos abiertas a las colectividades de los países vecinos.
