Viernes, 26 de Abril Villa Gesell

Seguridad

Domingo, 15 de Diciembre

La muerte de un detenido en la comisaría segunda puso "bajo la lupa" la forma en que trabaja la policía en Gesell

Se habla de una fuerte negligencia por parte de la policía en relación a la custodia de los demorados. Y, otra vez apunto a la infraestructura con la que trabajan los uniformados. El caso podría costarle el puesto hasta las más altas autoridades policiales de la departamental.

La muerte de una ciudadano demorado por la policía dentro del calabozo de la comisaría segunda generó importantes debates en el seno de la comunidad geselina y puso a la fuerza uniformada del territorio bonaerense bajo la lupa por los procedimientos y la forma en que trabaja, al menos en la ciudad. Es que, la inexplicable muerte de Cristian Santiago Stheli, alias el "El Panqui", de 38 años, puso sobre el tapete el estado de la comisarías geselinas y la cuestionada forma de trabajo que tienen las filas de "la bonaerense". Ahora, no sólo el problema son el estado y la cantidad de móviles sino también la infraestructura policial. ¿Está Gesell preparada para operar con instalaciones como las actuales? El ahorcamiento de Stheli puso aún más en crisis el paradigma policial que viene siendo criticado desde hace décadas pero no sólo en Villa Gesell, sino en toda la provincia de Buenos Aires, donde la fuerza armada cumple tareas "con lo que puede". Se habla de una fuerte negligencia en la muerte de este ciudadano de 38 años, a quien se le invocada un prontuario policial en su haber, pero que perdió la vida en un calabazo donde debía estar custodiado por personal policial. A las claras y en síntesis, le guste a quien le guste, el sujeto se quitó la vida dentro de una propiedad del Estado provincial. Esta situación debería explicarse de inmediato y promete mover el avispero desde abajo hacia arriba. Además, pone en riesgo un juicio de la familia del fallecido contra el Estado que terminarían pagando todos los vecinos. Dado el hermetismo con el que se mueve usualmente la policía en este tipo de casos, SECTOR INFORMATIVO dialogó con el titular de la Secretaría de Seguridad local, Mauricio Andersen, para intentar buscar alguna explicación coherente a lo ocurrido. El problema de fondo, según el funcionario -que es policía en uso de licencia- aparece en el principio de la oración: los detenidos, por normativa, no pueden estar alojados en comisarías y deberían estar en una alcaidía hasta que la justicia determine su condición y entonces derivarlo al penal correspondiente o, liberarlo. Pero, como las cárceles están abarrotadas de condenados, intentan alojarlos en las dependencias hasta que se determinen las actuaciones del fiscal de turno o que entienda en la causa. Por otro lado, tampoco se puede mezclar a la población "detenida" con la "aprehendida", situación que complica aún más cada uno de los espacios internos de la comisaría y su organización. Aquellas personas que son demoradas, por ejemplo por averiguación de identidad, no pueden compartir calabozo con otro que está detenido y esperando su traslado al penal. Este problema de espacio dentro de la dependencia policial explicaría también por qué a algunos detenidos por "hechos menores", se los libera bajo custodia o utilización de pulsera. Es que, los magistrados, muchas veces, no pueden sostener la sobrepoblación y terminan otorgando derechos de libertad, los cuales podrían ser cuestionados. Del mismo modo, también está prohibido el registro visual de los calabozos, por lo que los aprehendidos no podrán ser observados mediante cámaras de seguridad, como muchas veces se ven en las películas. Esta situación está plenamente cuestionada por los DDHH, quienes ponen el grito en el cielo por una supuesta "violación de la intimidad" de los presos. "La policía hace lo que puede", dicen muchos uniformados a quienes les preguntó este medio por la situación de suicidio en la dependencia segunda. Pero también otros asumieron que podría haber alguna "falta de responsabilidad" por el cuidado de los aprehendidos y detenidos. Esa observación es la que deberá determinar la fiscalía cuando se haga de la autopsia correspondiente y la declaración de los uniformados que cumplían funciones ese día: desde el que lo aprehendió en la vía pública, pasando por el oficial a cargo del cuidado de los aprehendidos y detenidos hasta quien está a cargo de la comisaría de paseo 141 entre avenidas 3 y 4. Ahora, el cuerpo de Stheli será analizado a través de una autopsia que se desarrollará en la ciudad de La Plata. Mientras tanto, la fiscalía avanzará en la causa de suicidio e intentará determinar si existió anomalías en el alojamiento del aprehendido. Cristian Santiago Stheli fue aprehendido el 12 de diciembre pasado, en paseo 145 entre avenidas 2 y 3, cuando se lo identificó como uno de los dos delincuentes que momentos antes habían robado una vivienda. Se lo trasladó a la dependencia segunda pero, por razones que aún se intentan determinar, se quitó la vida ahorcándose dentro del calabozo con una prenda de vestir que llevaba consigo.

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