Miércoles, 24 de Abril Villa Gesell

Coronavirus

Sábado, 04 de Abril

Los hermanos bolivianos fueron nuevamente discriminados y la comunidad disparó su peor odio xenófobo

Ayer circularon por las redes los datos personales y domicilios (hasta en algunos casos, los teléfonos) de vecinos bolivianos a quienes se los acusaba de haber estado en contacto con el abuelo de 85 años contagiado de coronavirus en Ostende. Fue el ejemplo más acabado de la repugnante xenofobia.

Triste e irresponsable. Esos dos calificativos son los que deben acompañar a la viralización de la falsa información que circuló ayer, durante toda la jornada, por las redes sociales y que incluyó nombres, apellidos, direcciones y hasta teléfonos de varios vecinos de nacionalidad boliviana, a quienes se acusaba de haber estado en contacto con el abuelo de 85 años contagiado de coronavirus que vive en Pinamar. La situación generó un alerta por la xenofobia encendida que todavía existe contra la comunidad boliviana, injustamente maltratada por el resto de la sociedad geselina que se sumó a la "movida" difamatoria. La irresponsable viralización de "noticias falsas" e información inexacta nos afecta a todos. Pero en un caso como este, puede generar incluso una tragedia. ¿Qué hubiese pasado si algún lunático acudiese a la vivienda de unos de los "supuestos infectados"? Se podría haber generado una situación de violencia extrema que, vaya uno a saber, cómo hubiese concluido. Por otro lado, la difusión de estas falsas noticias -no sólo afecta al inconciente colectivo y la manera en que se comprende la situación de la realidad- sino que además dejó a la vista de todos el odio xenofóbico que existe en gran parte de la comunidad contra la colectividad boliviana. Los hermanos bolivianos que residen en Villa Gesell fueron utilizados como "chivos" para atacar con todo el odio y el asco que puede surgir de la xenofobia. Porque seguramente, nadie hubiese dicho "italianos de mierda"o "ingleses de mierda" si los "supuestos" infectados hubiesen sido de esa nacionalidad. Pero como al boliviano se lo excluye, discrimina y hasta "ningunea", entonces son siempre el foco para que la comunidad dispare sus propias broncas, sus propios fracasos. Los bolivianos de la ciudad se merecen un disculpa de toda la comunidad. Ayer fueron insultados hasta el hartazgo. Y todo por un hecho que ni siquiera cometieron. Ninguno de los que aparecían en la lista de infectados, compartieron fiesta alguna con el vecino boliviano de 85 años en Ostende. Es más, la comuna comprobó que estaban correctamente realizando la cuarentena en sus domicilios, algo que muchos geselinos, de piel blanquita y pelo rubio, todavía no pudieron acatar de forma completa.

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