El retén del paseo 139 esconde algo de poder y control, protagonismo y celos, que terminó salpicando a los popes del acceso sur. Incluso, ya hubo desplantes y salidas repentinas del comité que comanda las acciones contra el COVID-19. Entérate.
Una pelea inesperada. Sin quererlo ni pedirlo, el retén del paseo 139 terminó generando internas dentro del Gobierno y los funcionarios que allí cumplen tareas. Entre los que quieren que siga el control y los que pretenden que se libere todo ha comenzado una guerra con "fuego amigo" que nadie sabe cómo termina.
Las cosas son así: por un lado están los que piensan que el retén otorgó resultados positivos y que por ello debe continuar por tiempo indeterminado. Pero aparecen en escena los que piensan que el verano complicará las cosas y que se debe abrir la ciudad -con protocolo- pero sin tanto control en el ingreso, fundamentalmente para los residentes.
¿Y cuál es el problema? Básicamente, que esa situación esconde algo de poder y control, protagonismo y celos, que terminó salpicando a los popes del acceso sur. Incluso, ya hubo desplantes y salidas repentinas del comité que comanda las acciones contra el COVID-19.
Más allá de quién es el que manda en el lugar - que es una de las principales razones por las cuales inició el conflicto interno- ahora aparece la necesidad de abrir el acceso norte, que, dicho sea de paso, necesitará alguien que lo comande pero que termine "haciendo y ejecutando" en base a lo que le digan los del sur. Una especie de sucursal pero con un único gerente. Lo que no quieren que pase es que la gente termine especulando sobre la facilidad de ingreso sobre uno u otro acceso.
El acceso sur tiene hoy tres jefes bien marcados: Nahuel D´Aquila, Marta Zuloaga y ¿Maurcio Andersen?. Los que andan por esa zona de la ciudad dicen que el secretario de Seguridad difiere sobre las políticas que los primeros dos personajes aplican y que eso es lo que trajo un fuerte cruce. ¿Será?
El acceso norte -que hasta ahora no tiene formal día y hora de apertura- estaría a cargo de Pablo Jordán, aunque el funcionario no está muy seguro de asumir la responsabiidad con las condiciones que impone el retén sur.
