El calor fue muy intenso en el comienzo del fin de semana. El termómetro superó los 32 grados y la gente se apostó en el mar para bajar la temperatura. Para hoy se espera otra jornada agobiante pero con tormentas aisladas para la mañana y la tarde. El mar estuvo plagado de aguas vivas, que llegaron a la costa para complicar la entrada en el mar.
Eran las 15.15 cuando el termómetro marcó los 32 grados de temperatura. Esto, sumado al constante viento norte, literalmente "asfixió" a turistas y vecinos que tuvieron la suerte de disfrutar ayer de un día de playa único.
La jornada ya había arrancado bien desde temprano. De hecho, la mañana se mostró amigable y la playa, repleta de gente, fue el lugar que muchos eligieron para comenzar el fin de semana. Por la tarde, la cosa se puso más pesada y ya no la costa, sino el mar, sirvió de guarida donde todos se apostaron para pasar el día lo más cómodo posible.
El domingo llega con buenas y malas. Hará nuevamente mucho calor y las temperaturas llegarán a los 29 grados pero se pronostican tormentas aisladas durante toda la jornada. El lunes el panorama se repite: otra vez el termómetro llegará a los 28 grados pero con tormentas aisladas por la mañana y lluvias casi seguras por la tarde.
Típico de una jornada soleada, de calor y viento norte, como la de ayer, las aguas vivas "coparon" el mar a lo largo de toda la costa geselinas. "Eran como medusas", comentó Javier, un papá turista, preocupado por sus pequeñas hijas que jugaban a atraparlas al sintetizar el tamaño de los cuerpos gelatinosos.