El HCD votó una ordenanza que prohíbe la utilización de espacio público para desplegar sombrillas y reposeras. La normativa es de hace pocas semanas y deja a muchos alojamientos entre la espada y la pared ya que, lo alquilado a turistas, incluía ese servicio.
Los cabañeros de Mar de las Pampas están preocupados. Es que, por ordenanza votada en el HCD, no podrán ofrecer servicio de playa a los húespedes como lo hicieron hasta el momento, generando un trastorno con los turistas a quienes les ofrecieron (y cobraron ese servicio fundamental para un destino ABC1 como son las localidades del sur). Esto ocurre por una ordenanza que el legislativo geselino votó por unanimidad hace algunas semanas y que prohibe la ocupación de espacio público con reposeras y sombrillas de hoteles.
Las cosas son así: hasta este verano que pasó, muchas cabañas o complejos contrataban a una persona que esperaba a los húespedes en la playa, del otro lado del médano, y cuando se anunciaban con una pulsera o tarjeta identificatoria, se les asignaba una sombrilla y reposeras para ser utilizadas. La gran ventaja es que el húesped no debía trasladarse de la cabaña a la playa, y viceversa, con la sobrilla y la reposera al hombro sino que la utilizaban y dejaban en el lugar.
Así funcionó durante años. Pero este 2022, con quejas de algunos cabañeros que no quieren quedar rezagados en el servicio pero tampoco pagar, sumado a las críticas de los que alquilan sombra por balneario, la cosa se complicó y el Gobierno accedió a tomar manos en el asunto. Lo que primero se pensaba que iba a transformarse en una regulación de la actividad, con pago de cánon y habilitación, se transformó en una prohibición total del sistema.
El problema, más allá de lo que cada uno pueda creer que es mejor para una "localidad top" como es Mar de las Pampas, es triple: no se definió qué le dirán los cabañeros a los turistas a quienes le vendieron el alojamiento con servicio de playa incluído (la ordenanza se votó en noviembre), tampoco resolvieron cómo harán para ofrecer un médano "accesible" ya que hay cuadras donde treparlo es sólo para turistas que revistan la categoría deportiva de elite (ni que hablar con todos los bartulos de playa en mano y ahora con la sombrilla y las reposeras) y por último tampoco especificaron la manera en que sí se puede ofrecer el servicio... ¿un cabañero que contrata a una persona puede esperar con sus 10 o 15 reposeras y sombrillas (todo cerrado) a los húespedes en la playa? Y abrir la sombra cuando el húesped llega?
La ordenanza en cuestión tiene algunos vicios legales. En principio, podría haberse establecido desde la temporada 2024, a fin de que todos tengan tienpo de ordenar su servicio, pero además reviste de falta de información crucial para ofrecer servicio sin infringir normativas. Veremos qué sucede.
