La unidad, que forma parte del mobiliario original de la segunda vivienda del fundador, fue donado por Cristian Fígola, vecino de la ciudad, quien decidió incorporarlo al patrimonio de los Museos de Villa Gesell.
La mecedora de Emilia había sido obsequiada por ella misma a una de las personas que trabajaba con ella. Luego, fue adquirida por la familia de Cristian y finalmente llegó a sus manos. Consciente de la importancia histórica del objeto, decidió hacer la donación y devolver así la mecedora a su lugar de origen.
La recuperación de este objeto histórico es un ejemplo más de la importancia de la donación de objetos, documentación y registros de los primeros años de la ciudad para continuar construyendo nuestra historia en comunidad.
Además, la recuperación de nuestro patrimonio es fundamental para valorar nuestra identidad como ciudad. Estos objetos históricos son una parte fundamental de nuestra cultura y nuestra identidad, y su recuperación es un deber de todos nosotros.
