La situación no es nueva, viene desde hace meses y pone en evidencia la forma en que el Gobierno maneja los presupuestos municipales.
El hospital sigue en decadencia a pesar del cambio cosmético que el Gobierno inauguró, en la sala de espera de la guardia, antes de las elecciones. Ahora, personal que trabaja en el nosocomio confirmó que siguen sin papel higiénico, servilletas ni agua apta para consumo y que, se lo deben llevar desde su casa o comprarlo.
La situación no es nueva, viene desde hace meses y pone en evidencia la forma en que el Gobierno de Gustavo Barrera maneja los presupuestos municipales. El panorama es, según los empleados, imposible y el clima laboral es tremendo.
Lo curioso del hecho es que, el Gobierno, ni siquiera tuvo reacción para las elecciones: en el mes y medio de campaña, no fue capaz que resolver esas pequeñas cosas que podrían haber caído bien entre los agentes.
Tampoco es el primer lugar donde hay faltantes de elementos básicos: en el CAPS de Mar Azul también deben comprar agua en bidón los propios empleados. Acá la napa arroja agua "turbia" y el municipio dejó de pagar al que entregaba en dispenser.