El servicio de cremación lo llevan a cabo desde la Funeraria Ralf en Villa Gesell.
En Gesell está creciendo fuerte la tendencia de despedir a las mascotas de la familia mediante la cremación. Esta práctica, que hasta hace poco tiempo era algo impensado para miles de personas, se hizo fuerte por el vínculo sentimental que une a los seres humanos con sus mascotas de siempre.
Se trata de un servicio de cremación similar al que se hace con las personas cuando no se las deposita en "tierra". Ahora, también se guardan las cenizas de los perros y gatos que acompañan a las familias como forma de recordar a aquellos animalitos que nos dieron tanta ternura, acompañamiento y alegría.
"En Villa Gesell y Pinamar la tendencia está en ascenso", explicó Angel Zarate, al frente de Funeraria Ralf, ubicada en boulevard entre paseos 121 y 122. Y agrega: "se trata de una práctica de siempre en lugares como Buenos Aires y otras ciudades muy pobladas. La gente vive en departamentos y no hay lugar donde enterrar a las mascotas cuando mueren".
En términos de registros, Funeraria Ralf realiza, en Gesell, cerca de 60 cremaciones de mascotas por año y otro registro similar con animales de Pinamar. "Es una práctica que se adopta cada vez más", reafirma Zarate al respecto.
El servicio de cremación lo llevan a cabo desde la Funeraria Ralf, de principio a fin. Comienza con el retiro de los restos, luego se realiza la proceso mismo en el Crematorio Privado de San Isidro y finalmente se entrega (con registro escrito) las cenizas a los dueños de la mascota. Todo lleva, aproximadamente una semana y adopta un respeto total por parte de quienes forman parte del procedimiento tan íntimo para las personas que lo encargan.
Aunque para muchos será un proceso exagerado, la realidad es que cada vez más gente se ocupa de resguardar los restos de las mascotas que los acompañó toda su vida.