La Argentina perdió 4 a 0 con Alemania y los hinchas geselinos, como debe de haber pasado en todo el territorio nacional, evidenciaron la tristeza, la bronca y el desánimo en cada uno de sus rostros. A pesar de la derrota, se pudo observar algunos jóvenes con las caras pintadas y banderas en sus espaldas caminando por el centro sin concretar ningún desorden con los negocios.
Como en el mundial pasado cuando el local nos eliminó y el sueño no pudo cumplirse, ayer por la tarde, la Argentina perdió 4 a 0 con Alemania y los hinchas geselinos, como debe de haber pasado en todo el territorio nacional, evidenciaron la tristeza, la bronca y el desánimo en cada uno de sus rostros.
Ya desde el comienzo del encuentro la cuestión venía difícil y si a eso le sumamos la seguidilla de goles germanos se comprende la desazón creciente en las caras de los simpatizantes locales, fundamentalmente de los hinchas más jovencitos que pretendían concretar los festejos en la puerta de la plaza, con corte de tránsito y caravana de automóviles incluida como había ocurrido durante la victoria contra México.
A pesar de la derrota, se pudo observar algunos jóvenes con las caras pintadas y banderas en sus espaldas caminando por el centro sin concretar ningún desorden con los negocios. Será cuestión de esperar otros cuatro años para encender nuevamente la ilusión.