El clima acompañó para que los jóvenes salieran a las calles a disfrutar del cambio de estación. Más de 1.500 adolescentes participaron del festejo en la plaza Carlos Idaho Gesell. Fue una jornada perfecta que no registró desmanes ni violencia. La Secreatría de Salud y Acción Social aprovechó la situación e implementó campaña sobre el HIV. MIRA LA GALERIA DE FOTOS.
El acontecimiento tuvo dos lugares mayoritarios donde los jóvenes se volcaron en malón a disfrutar de un día casi de verano: la plaza Carlos Idaho Gesell, ubicada en avenida 3 y paseo 111 que recibió más de 1.500 jóvenes y adolescentes y la playa en toda su extensión que fue, como tradicionalmente ocurre, el lugar de encuentro de los que aman el mar y la arena.
Los controles también funcionaron bien. Según informó la policía de la provincia de Buenos Aires y la Dirección de Seguridad local no se registraron inconvenientes, peleas ni desmanes con los jóvenes. Eso, remarcaron, se debió a la diagramación de un operativo de seguridad y prevención muy efectivo que se llevó a cabo conjuntamente por todas las fuerzas de seguridad que tienen jurisdicción en Villa Gesell. En la misma línea de fiscalización, los 10 agentes de inspección general de la Municipalidad que caminaron las calles tampoco tuvieron que clausurar ni labrar actas en los comercios por la venta de alcohol a los menores de edad.
La Secretaría de Salud y Acción Social participó de la celebración a través de la implementación de una campaña sobre el HIV/Sida que se llevó a cabo en la plaza del paseo 111. Allí entregaron folletos explicativos sobre la enfermedad conjuntamente con miles de preservativos.
Aunque los geselinos eligieron diversos lugares para darle la bienvenida a la primavera, en todos los casos se repitió el mismo panorama: hubo infinidad de mates, pequeñas viandas, algunos músicos se animaron a llevar la guitarra para puntear y tararear alguna linda canción y exceso de pelotas de fútbol que armaron varios partidos en simultáneo.
La celebración -que se extendió hasta la noche, cuando los últimos en volver a casa abandonaron las calles céntrica de Villa Gesell- representó una jornada de alegría, paz, tranquilidad y mucha actividad juvenil.
Allí, un nutrido grupo de personas de la tercera edad demostraron que no son menos que los más jóvenes a la hora de festejar y concretaron un picnic social que comenzó a las 15 y finalizó cuando comenzó a caer el sol.