La cantidad de alumnos se elevó considerablemente durante la extensión de la inscripción hasta el 2 de marzo. Hay anotados de toda la zona. Confirmaron que las clases se llevarán a cabo en la Casa de la Cultura, el Centro Universitario local y el Centro Cultural Pipach. Las cátedras, que se desarrollarán a partir de las 16, las comandarán docentes provenientes de la sede central.
La posibilidad de anotarse a las materias básicas que luego permitirán ingresar a la carrera elegida en la sede central finalizó el 2 de marzo luego de una extensión de dos semanas que otorgó el Centro Universitario Geselino para intentar aumentar la curricula. De hecho, si se tiene que hasta antes de esa fecha no había más de 50 alumnos, fue esa ampliación la que permitió que el número de anotados creciera en gran medida.
Ana Álvarez, la titular de educación municipal, remarcó a SECTOR INFORMATIVO el aumento considerado de estudiantes. "Hemos recibido muchas consultas y un importante porcentaje de las mismas ya se han anotado para cursar el CBC en Villa Gesell. Esto nos indica que el proyecto de educación superior en la ciudad ha logrado cubrir las expectativas. Evidentemente, la extensión en la fecha de inscripción ayudó mucho para que un gran número de potenciales estudiantes se terminaran definiendo favorablemente por la propuesta que realizamos", agregó la funcionaria.
La iniciativa, que se desarrollará en la ciudad gracias a un convenio entre la comuna y la casa de altos estudios de la Capital Federal, ya tiene alumnos de la ciudad y la zona. En este sentido, el curso tendrá representantes de Mar del Plata, Balcarce, Pinamar, Partido de la Costa y General Madariaga.
La posibilidad de realizar el curso en Villa Gesell abre las puertas a muchos estudiantes que antes veían frustradas sus expectativas de estudio superior. Sucede que, la posibilidad de cursar en la ciudad supone un alivio económico para las familias que antes tenían que pensar en mantener un "segundo hogar" en la Capital Federal con todo lo que eso implica para el bolsillo. Además, permitirá que el joven estudiante se adapte y realice sus primeros pasos en el mundo universitario acompañado por sus padres y afectos. De esta forma, no se genera -al menos en los primeros años- un desarraigo y el estudiante no sufre las consecuencias directas de dejar el hogar para enfrentarse a la gran ciudad.
Según explicó Álvarez, las clases comenzarán en la última semana de marzo o en la primera de abril. Las cátedras, que serán presenciales y se desarrollarán a partir de las 16, las desarrollarán docentes que viajarán exclusivamente desde Buenos Aires.
