La suba, una vez que el expediente sea rubricado por el jefe comunal, comenzará a regir de inmediato. El oficialismo pudo destrabar el conflicto luego de seis sesiones. Los ediles opositores pusieron en duda que la empresa llegue a implementar la tarjeta magnética para la temporada estival.
La sesión -la sexta consecutiva para tratar el asunto- estaba llamada para las 8 pero comenzó 20 minutos más tarde. En el recinto, los ediles de ambos bloques políticos defendieron sus respectivas posiciones pero en ningún momento -tal como se esperaba- se pusieron de acuerdo sobre la materia.
Desde el radicalismo centraron el discurso en remarcar el precio que deberán pagar los usuarios del colectivo local con la suba a la vez que, ya rendidos en sus planteos, apuntaron las esperanzas en que el intendente municipal todavía pueda vetar la ordenanza, algo difícil de que suceda.
Por el lado del oficialismo defendieron cada uno de los planteos expresados por el bloque de la UCR-Coalición Cívica-ARI y negaron la posibilidad de que el boleto aumente un 100% -tal como lo indicó el arco opositor- sino que confirmaron una suba del 11% por año en el pasaje interno por la ciudad.
También se cuestionó el tiempo otorgado al concesionario -hasta seis meses- para que implemente el sistema de tarjeta magnética por la cual se podrán acceder a las distintas bonificaciones de acuerdo a la carga que se realice sobre la misma. La pregunta del millón fue si la empresa hará a tiempo para instalar el sistema para este verano 2013 que está a pocas semanas de iniciarse.
Sucede que, además de adecuar el sistema en cada unidad -situación que desde la empresa indicaron ya está en marcha- el concesionario debe implementar y abastecer a los lugares de carga por todo el Partido de Villa Gesell, un proceso más complejo pero que no es imposible de llevar a cabo.