Jauregui destacó que tiene que haber una armonía entre lo que se gana a través de las carpas y lo que se ofrece en servicios. Indicó que hoy, planteadas las cosas con grandes caudales de público sólo durante los fines de semana, la cuenta no termina de cerrar.
Según explicó el titular del hotel y balneario Caparcona, el público de febrero es más familiar y por lo general aportan más dinero a la microeconomía geselina. Sin embargo, así como abonan los casi 200 pesos promedio por día que sale alquilar una carpa también piden cada vez más servicios.
Para el titular de la cámara que representa a los balnearios, tiene que haber una armonía entre lo que se gana a través de las carpas y lo que se ofrece en servicios. Y hoy, planteadas las cosas con grandes caudales de público sólo durante los fines de semana, la cuenta no termina de cerrar. "Hoy el turista demanda servicios, es exigente. Ese servicio no lo podes pagar con un fin de semana", indicó.
A pesar de ello, Jauregui explicó que el servicio de carpa no va dejar de existir en lugares ventosos como la costa atlántica bonaerense. "El servicio de playa no va a desaparecer porque hay un público que siempre busca estar resguardado del viento típico de la tarde geselina", agregó.