Los seis concejales que responden al Departamento Ejecutivo votaron en contra del pedido de interpelación que recaía sobre el jefe comunal. No se llegó a debatir porque el radicalismo perdió la votación que determinaba si la iniciativa era considerada “de necesidad y urgencia” como para tratarla fuera del periodo ordinario 2013.
Ayer, el cuerpo legislativo completo -con ausencia de la concejal radical Mabel Sarmiento- se reunió en el recinto para determinar la suerte del proyecto. Y ese destino se estableció rápidamente. En solo algunos minutos el grupo de concejales oficialistas votó por la negativa y evitó que el jefe comunal tuviese que dar explicaciones por la caída de un refugio que dejó a un joven con sus dos piernas amputadas.
Pasadas las 8.20, el titular del HCD, Gustavo Barrera (FpV), abrió la sesión y, antes de comenzar el debate, pidió que se vote si el único expediente por el cual habían sido citados debía ser considerado de urgencia. Los ediles radicales -que pedían la palabra incesantemente- no votaron ante la consulta reiterada del presidente del cuerpo. Inmediatamente se consultó la cantidad de concejales que estaban por la negativa y los 6 ediles que responden al Departamento Ejecutivo levantaron sus manos. La mayoría finalizó la sesión en medio de críticas del bloque de la UCR-Coalición Cívica-ARI.
La breve sesión extraordinaria se entiende si se conoce el reglamento interno del cuerpo legislativo. La normativa dice que se debe votar -antes de iniciar con el tratamiento del expediente en cuestión- si la sesión extraordinaria, que está fuera del periodo ordinario de sesiones, corresponde con un asunto de necesidad y urgencia. Solo cuando los ediles voten favorablemente se puede comenzar el debate.
No fue la interpretación de los concejales radicales. Ellos pedían hablar -al parecer para fundar el pedido- antes de votar, una situación que fue negada por Barrera por considerarla contra el reglamento. En los pasillos del HCD indicaron que si se otorga la palabra ya se iniciaba el debate y que por eso habían rechazado toda posibilidad de intercambio de ideas.
