Martes, 08 de Octubre Villa Gesell

Opinión | Columnistas

Juan Oviedo

Político

Visitar a genocidas con el trasfondo bajo del brazo, de una posible ley para liberarlos, supo escandalizar a muchos diputados, a la sociedad argentina e incluso, entre las propias filas del partido que pertenecen los diputados que visitaron a los condenados, pero ¿cuál es el motivo de repudio?, a genocidas que fueron condenados y castigados, pero hilemos algo más delicado, que nos acerque al “quid” de la cuestión, pues el por qué de esas condenas ¿fueron de raíz política o judicial? 


Bueno, usted “pensará” rápidamente, ¡es algo judicial!, por lo que hicieron, delinquieron al matar, torturar, desaparecer, robar niños etc., hechos que no fueron “condenados” en los años que se realizaron por estar bajo el trasfondo político cívico-militar, y si bien lo judicial estaba presente institucionalmente, las armas de los amparos, habeas corpus hacia las víctimas, no poseían fuerza política “independiente” para poder proceder, por el cual lo decisivo en esto de condenar delitos de lesa humanidad, implico una decisión política, porque esa  destrucción a lo humano del proceso, no es algo a dirimir -solo- por medio de lo judicial. 


Y esto, ¿qué significa?, si las miradas políticas se modifican, ya sea por el cambio interpretativo de nuevos sujetos que ejercen hoy el poder, y disponen otra exegesis  a aquellos hechos políticos que implico el juicio, nos dice que la alquimia donde algo “deja” de ser para ser -otra cosa-, es político y con ello,  aquellos intereses que en las épocas del juicio y de las condenas, por contexto estaban ahí, rumiando pacientes y ocultos, esperando por su momento, ahora, con la presente visita a los genocidas, junto a la expresión política del negacionismo, quedan como “preceder”. 


Es la “dimensión” de lo político, donde se justifica tanto condenas como liberaciones, ante esto -usted volverá a pensar-, ¡que no!, pero ¿por qué cree que fue el juicio a los represores, asesinos etc.?, ¿fue por el peso de lo delictivo? e insistimos con lo mismo, que esos delitos fueron en la dictadura y justificados como “excesos”, sin duda que el -peso de lo político- posee ese rol central en los juicios y las respectivas condenas. Hágase la siguiente pregunta, la gente que quiere liberar a los condenados, ¿también estaría de acuerdo en liberar a todos los condenados que delinquieron?, ¿qué cree que ellos responderían?


Por lo tanto, hay algo que se debe “examinar” y es el término de lo -político-, esa es la llave maestra que abre, cierra, permite, justifica acciones, aun, contradictorias en diferentes gobiernos que se  llevaron a cabo en este país, por lo cual permite que con la palabra  -político- no se aclare ¡nada! porque si hipotetizamos que el llamado -círculo rojo-, sus integrantes, son empleados de otro nivel, eso los  determine que no poseen un -poder real-, entonces, ¿dónde están, quienes son los patrones, los cabales poderosos?, aquí, los vínculos se difuminan y el rastreo se hace más difícil, especulativo aun, pero y esto ¿qué tiene que ver con la visita a los genocidas?, el vínculo del ayer con muchos actores empresarios poseyendo un  rol histórico, de apoyo o promotores directos de las intervenciones militares, determine vínculos, empatías e ideologías presente en todo -arco político- emparentado con la derecha porque la derecha, no es solo político.

Juan Oviedo

Más columnistas

Ver Archivo