Martes, 19 de Marzo Villa Gesell

Opinión | Columnistas

Juan Oviedo

Crueldad

A la hora de los “sentimientos” la gama de los mismos es larga, no suceda lo mismo con las “emociones”, estas son cinco -primarias básicas- como: miedo, tristeza, ira, alegría y asco, la diferencia es que entre las primeras -los sentimientos-, se involucra una construcción personal y los hace “más” duraderos.


O sea, hay una materia prima que son las emociones y desde allí, los sentimientos se elaboran. Sin lugar a dudas que la presente administración es ejemplar al mostrar sin tapujo alguno, un destino de crueldad, la de llevar a cabo la destrucción de la “polisémica” casta- y “regodearse” por tal acción destructiva. Pero, por el lado del “votante” al experimentar la -no destrucción- de la pretendida casta por la polisemia señalada, tal sentimiento de crueldad quede “latente” en la profundidad de esos votantes, originando otros sentimientos tóxicos como los de ¡bronca, decepción, ser estafados, mentidos! etc.


Porque no se debe dudar que en lo profundo de aquellos votantes para contra la casta, consideraban que ¡ahhh!, ¡siiii!, ¡sufrid, vivid, experimentad!, lo que nosotros por -décadas y décadas- venimos viviendo el dolor de –vuestras- decisiones, ¡malditos!, por ello el gozo latente de los “votantes” en la destrucción de esa casta, lo que -implica, señala y nos dice- que, en ellos, eso revela un “grado” de -crueldad-. Y aquí´, en este apartado, “escandalizados” emerjan aquellos afectos a los intereses de los -pobres, jubilados y cuantos más-, piensen que considerar “culpables” a esas pobres víctimas del sistema, sea un rasgo de inhumanidad para con ellos, claro, eso es entender a la condición humana de forma muy superficial, al suponer a la “crueldad” como algo -no humano-, cuando, es ¡muy humana!


Porque la humanidad, tiene un pasado animal y solo considerado como malo, salvaje, por un moralismo intransigente que oculta su propia hipocresía y condescendiente con las políticas que contribuyen a más pobreza y pauperización, donde la moralidad de la imparcialidad de la justicia es “nula” al ser coaptada por un poder judicial -elegido- “según” intereses políticos y éstos, obedientes a los económicos.


Como también, la animalidad señalada quede “patente” en la brutalidad policiaca y el reprimir de la gendarmería, y justificado por la farsa institucional del “orden”, ahora, lo que no puede justificar la farsas institucional son las -sonrisas de satisfacción- por el “deber” cumplido, ¿y cuál es ese deber?, golpear y lanzar gas a los ojos, amedrentar a los manifestantes con el rugir de las motos, junto a la íntima complacencia, gozo, y disfrute del sufrimiento y del dolor que  causan, por el ¡deber cumplido!, expresión lisa y llana de crueldad, lo que le arrebata un gesto de felicidad a la ministra Bullrich por el hacer de la crueldad un “ejercicio profesional” y al que ¡felicita!


El “regocijo” ante la destrucción es lisa y llana crueldad, y preguntamos, ¿es posible medir ese regocijo en forma –tácita- bajo un ropaje discursivo?, leamos, “La consigna para todo peronista, esté aislado o dentro de una organización, es contestar a una acción violenta ¡con otra más violenta! ¡Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de los de ellos!”,


¿Por qué va a haber un muerto? Con el tema del miedo al muerto lo único que logras es no hacer nada. No tengo miedo de actuar –Bullrich-


La crueldad acecha entre quienes “son y no son” -zurdos, gorilas, fachos, milicos-, así, “Zurdos de mierda” o excrementos del pensar según Milei, y con “gorila” aquellos que  desprecian la cultura popular y políticas subalternas, siempre desde la óptica peronista, con “facho” se defina a una persona autoritaria y reaccionaria” y defenestrado por el progresismo en general, con milico  se trate de “un término despreciativo” referido a los militares de forma repulsiva pues “sus” fuerzas armadas en la última dictadura cívico-militar, hicieron desaparecer a 30 mil personas, a las que secuestraron y torturar a otras miles”, los -asquerosos milicos- y pensados así por la población que los sufrió en su generalidad.


Pero la crueldad está en los otros……..¡ah! y modernamente definida como “grieta”, se la justifique, ¡vaya con nuestra condición!, para terminar, “te gusta cumplir con el deber” ¿verdad? o “disfrutas en victimizarte” ¿no?

Juan Oviedo

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