Viernes, 29 de Marzo Villa Gesell

Opinión | Columnistas

Juan Oviedo, filósofo y profesor geselino

Prospectiva

Sin balneario, ni turismo, ni comercio, sin changas para hacer o realizar, y con gastos solamente en bebidas y alimentación, una espada de Damocles pende y devenir una suerte de darwinismo social por la gran brecha hecha patente, hablamos de aquellos que poseen un sueldo durante todo el año y de aquellos que no, los primeros podrán superar el aislamiento decorosamente pero los segundos, habrán de sufrir los embates que la necesidad material posiciona, y si a eso le agregamos la condición irritable que aporta la cuarentena, colabore en sumo grado en esto del sobrevivir vecinal.

¿Que estamos afirmando?, cierta prospectiva latente cuando en algún momento los recursos estatales y vecinales mengüen, entonces, se haga manifiesto cierta delimitación acerca de los que más tienen en el pueblo y los que menos tienen, y una tácita exigencia hacia los primeros de ayuda material por parte de los segundos y así, poder sobrellevar con más decoro la instancia del aislamiento por ser grupos vulnerables en Villa Gesell.

Socializar, pedir a viva voz, escrachar en demanda de ayuda a propietarios de fortunas locales provoque una suerte de motín a la gobernabilidad en el pueblo, y agravarse si se llega a producir algún tipo de organización y tomar por blancos a los grandes supermercados regionales en busca de alimentación elemental.

Pero esto de las carencias no solo sea aplicable a algunos grupos históricos de clase en situación de pobreza o pauperización en el pueblo, también será aplicable a cierta clase media y cuentapropista, ésta sin poder ejercer sus funciones no logren facturar, para colmo, es dejada de lado para la asistencia elemental del gobierno, sufra también el rigor de la extrema recesión, y la falta de ingresos agrave la situación del pago de alquileres y del dinero, por el que espara para sobrevivir de los propietarios, así, la suma de todo ello agranden los espacios y los alcances de la carencia de la clase media señalada.

Ahora, la buena voluntad de las ayudas en la comunidad logren dos hechos muy palpables, alimentar, contener, y también colaboren en la gobernabilidad, pero por un tiempo limitado pues cuando comience a faltar esa ayuda, el efecto de la desigualdad provoque mayor presión en los grupos de pobres y vulnerados, mostrando el reino de la injusticia e inequidad instalada en el mundo, país, provincia y pueblo.

Ahora, ¿cómo se expresa concretamente esa desigualdad en el pueblo?, a la definición de ausencia de oportunidades se nos patentiza en:

 Trabajo en todo el año o trabajo de changas.

 Trabajadores en blanco y trabajadores en negro.

 Profesionales ocupando cargos y funciones en el gobierno y una mano de obra sujeto a los oficios sin ocupar tales espacios.

 Barrios versus asentamientos y villas.

 Casa propia o alquilada.

 Imposibilidad de una juventud a poder forjar masivamente un crecimiento material y social.

Si bien prontamente el reconocimiento de la situación en Villa Gesell movilizó un ejército de asistidores donde las escuelas, por abrigar parte de esa población vulnerable, realizaron y realizan sus pertinentes esfuerzos para poder paliar necesidades desde sus limitadas posibilidades, porque se trata de ayuda que no es institucional, y ponderar a tal actividad como el de un alto grado de solidaridad, también, eso tendrá sus límites.

Por lo señalado nuestra prospectiva posicione un darwinismo social en el pueblo y ya se pueden imaginar tal sentido, los más fuertes y los más débiles enfrentados o sea, dos bandos sintetizado en los que más tienen y los que no tienen donde tal enfrentar, por el momento, no ha sucedido por la asistencia en curso, y si bien la dialéctica entre "ayuda y carencia" por el momento, mantenga cierto equilibrio porque no hay ni existe ingobernabilidad en el pueblo, a medida que pase el tiempo, el equilibrio se romperá.

Hoy los poseedores de los recursos colaboren, pero con el debilitamiento de la ayuda el sentido de cooperación se fraccione y aquí, caldo de cultivo al enfrentamiento, ahora, momentos de hacer una salvedad, no se tratara una lucha de clases, porque conciencia como tal no existe, por eso es que quienes se enfrenten lo harán frente a enemigos no muy diferenciado, en un pueblo chico donde todos se conocen, alianzas, fidelidades, traiciones, enconos y resistencias adquieran la forma de un caleidoscopio para mantener lo logrado y otros, reclamar como hijos de la desigualdad reinante pero con la misma consigna general, enfrentamiento, fuerza, violencia y hostigamiento.

¿Impensado verdad? por el estado actual de las cosas en Villa Gesell hoy, atreverse a tal prospectiva apocalíptica........
Juan Oviedo, filósofo y profesor geselino

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