Jueves, 18 de Abril Villa Gesell

Opinión | Columnistas

Juan Oviedo, profesor y filósofo local

Otra vez la política

No solo es "el representar" sino "el delegar" -en terceros- el fundamento del "ser político", tras previo instalar -de la molicie intelectual- que lleva a sucumbir ¡a lo dicho! Lo señalado puede entenderse bajo "dos aspectos", la primera, creer que la política ¡si o si! es cuestión del político, y la otra, que usted y la política -no tienen nada que ver-

"La primera opción no es opción", usted desde que -nace y muere-, será bombardeado por ese vínculo -entre la política y el político-, por eso usted no pondrá en tela de juicio eso de "la representación", como tampoco, "el delegar", porque está afiliado, es militante o se enrole a la independencia del voto "no cautivo" -pero siendo funcional al sistema-.

Por lo tanto, lo que se debe "desentrañar", sea acerca del sentido que tiene usted de la política -cuando considera que ella-, no tiene nada que ver con "su realidad, vida, estar mundano y cuanta cosa más".

¡Y eso es preciso discutir! Sus necesidades y las formas que nacen en usted, ¡lo que desea, piensa, proyecta! "son cuestiones políticas" y lo son porque "el resolverlas" implican condiciones contextuales. Por ejemplo -trabajar, tener empleo, ser profesional, tener un proyecto de vida-, son cosas que le compete al sujeto, a la persona, al trabajador pero las condiciones para "que haya empleo, pueda ir a la universidad, comer, alquilar", bueno, ¡esas condiciones son políticas!

"La política" es un hacer para que -las condiciones sean-, y se encuentren al servicio de sus necesidades y de toda la gente. No está para resolverle los problemas, ¡para eso es usted!, pero -sin condiciones contextuales-, ¡y para eso está ella!, usted no podrá hacer jamás nada.

Lo señalado muestra "el estrecho vínculo de la política" con la vida de cada sujeto e individuo del país. Entonces, ¿puede usted notar -el desatino- por dejar que otros piensen y determinen el contexto para sus necesidades?, esos otros legitimados por la representación -. Como también, dejar que otros "armen, hagan, operen" ¡con realidades que tienen que ver con usted!, pero "que no ejerce" porque ¿ha delegado?

El discurso de ellos señala, dice y habla "de derechos y cuanta cosa más", bueno, pero son ellos "a través de la representación y el delegar", ¡que se los quitan!, por el cual a usted no solo le imponen puntos de vista según -los libros, los documentos y lo mediático- sino que ellos por sus acciones, determinan "lo que puede o no puede hacer". Usted sabe, es el famoso "contrato social" -decidido hace tiempo- por el cual le debe ¡obediencia al Estado!, esa entidad, ¡que esta por sobre usted! y la competencia de los políticos "es llegar a ese Estado", ¡y desde ahí!, proclamen libertad, autonomía, consensos etc.

Usted, "ve todo eso" -ve el pendular que las elecciones significan-, ¿y qué significan?, ¡cambiar algo!, "por eso se cambia de gobierno", pero se trate de una ilusión o un autoengaño, porque todos -oficialismo hoy y oposición mañana y viceversa-, están en el rodeo de la política durante ¡décadas y décadas! El cambio de figuritas jamás pondrá en peligro ese péndulo de la "representación y la delegación", ellos -son lo que son-, justamente por eso.

Entonces, ¡deje de lado la molicie intelectual! y póngase a pensar, aprender, estudiar, lo que vienen haciendo -ellos- desde siempre, ¡solo allí!, con su aprender se abra una oportunidad, y educarse cabalmente a relacionarse con la política "y borrar de la faz de esta República", ¡a sus políticos!

Chiste de los años 70 "Un barco con todos los políticos de la Argentina y se hunde", ¿quien se salva?................adivine el final. Comience con algo
Juan Oviedo, profesor y filósofo local

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