Sábado, 27 de Abril Villa Gesell

Opinión | Columnistas

Juan Oviedo, profesor de filosofía geselino

¡Vaya con el pensar!

La palabra "acrítico" proviene del griego y significa "sin análisis, ni apreciación" y  presente en sujetos crédulos -personas- que se creen "cualquier cosa" de manera ligera y con demasiada facilidad como también en sujetos ingenuos,  aquellos que actúan sin tener en cuenta -las posibles complejidades- de una situación.


Hoy en día "con las nuevas tecnologías" y las redes sociales -que amplifican su impacto- se posicionan argumentos falaces y fake news, apresando a sujetos crédulos e ingenuos, víctimas del efecto de arrastre al fundar sus hechos ¡en lo que muchos otros  hacen!,  algo que obstaculiza "el entendimiento propio" del mundo con claridad.


Esa falta de claridad imposibilita a reconocer palabras -no encaminadas- a comunicar ideas sino a controlar pensamientos, sentimientos, intenciones y elecciones, a fin de cuentas, condicionar el comportamiento. ¡Cosa que todo acrítico niega!


Allí donde no existe la inquietud por discernir entre lo importante y lo superficial, se  conecte con la realidad sin análisis ni búsqueda de explicaciones, ¿y por qué?, porque tales personas persisten en su zona de confort pasivo, acrítico, crédulo e ingenuo.


Como implica ¡el realismo ingenuo!, el que concibe a la realidad desde las sensaciones de la persona, o sea que lo real, es, según -sus sensaciones-.


¿Corolario?, desde el eje de lo que -yo creo, pienso, siento, me parece-, fundamentado en lo que "me dicen, otros hacen y lo que  se muestra a mis ojos", ¡sin examinar nada! seré víctima de mitos, fabulaciones, relatos y vivir en la ilusión del -yo elijo, yo decido, yo propongo-.


¿Pero eso es así?.....................


¡La misma pregunta! ya es un comienzo e inicio en quien "no se pregunta nada", especialmente en jóvenes que naturalizan al mundo desde sus puntos de vista, sensaciones propias, exigencias, valores y juicios, que no han pasado por el filtro de la crítica.


¿El problema?, que el pensar crítico no es enseñable pero ¡sí!, puede ser aprendido, ¿en dónde?, en modelos de contextos críticos vinculados al pensar donde "la Filosofía" tiene mucho que decir, pues -ella nació- como crítica a verdades establecidas por el mito.


Cuando los jóvenes deben pensar en sus  futuros y  dejar la zona de confort -de ser hijos y alumnos- para transitar el camino ¡a su adultez!, tal independizar "solo será posible" desde las propias ideas, la elaboración de un estilo de vida alternativo, y la adopción por alguna capacidad de sacrificio, que los  vincule con una realidad "por el momento" desconocida para ellos, entonces, la pregunta que jamás se genero surge, ¿de qué estas hecho?, por ello ¡Sapere aude! ( atrévete a pensar) deber ser ejercida "antes, mucho antes" de tal tránsito -y solo hay pensar-, una sola forma: el crítico, esa que no es posible enseñar pero ¡sí! aprender.

Juan Oviedo, profesor de filosofía geselino

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