Sábado, 20 de Abril Villa Gesell

Opinión | Editoriales

La pregunta del millón: ¿está bien que limitemos la utilización de cuatriciclos en Gesell?

Hace pocos días la vecina ciudad de Pinamar comenzó a trabajar en un proyecto de ordenanza que busca -a pesar de que a muchos les sorprenda- "liberar" el tránsito de cuatriciclos en todo el Partido, incluyendo las calles céntricas e internas del destino turístico.

Con esta premisa de "nuestros vecinos zonales" sobre la mesa, y teniendo en cuenta que Villa Gesell optó por el camino contrario en materia de circulación de este tipo de motovehículos, nos preguntamos cuál de las dos ciudades está equivocada en el razonamiento normativo.

Y entonces, totalmente despojados de toda opinión y subjetividad sobre la materia, nos surgió el interrogante central de esta nota editorial: ¿está bien que Villa Gesell restrinja? o lo que es correcto es que ¿el turista pueda relajarse en la ciudad que elige para el veraneo?.

Según el planteo pinamarense, la condición para manejar un cuatriciclo será, además de la documentación obligatoria (seguro, cédula, registro, etc) y las medidas de seguridad correspondiente (casco, luces, etc), que en el ejido urbano no superen los 30 KM/hora. Más allá de los límites establecidos, la libertad del vehículo se podrá ver en su máxima expresión en los médanos, la zona conocida como "la frontera" y el circuito de motos. Todos, lugares donde, según el registro de accidentes, se evidencian los casos de accidentes más graves.

En Villa Gesell, la cosa es distinta: los cuatriciclos deben cumplir con ciertas normativas para circular y, hacer caso a una ordenanza del HCD local, que prohíbe el tránsito de los mismos por las calles internas, salvo excepciones de algunos arterias específicas.

Evidentemente, las ciudades, a pesar de estar distanciadas por sólo 21 KM, piensan de forma antagónica en la materia. Pero, esto sin dudas repercutirá en la materia turística y el perfil de público que quiere cada destino.

No decimos que está bien o mal la limitación en Villa Gesell, tampoco afirmamos que los pinamarenses estén equivocados o no en su planteo. Sólo advertimos que se perderá un sector turistico que elegía la ciudad porque quería sentirse "más libre" que en la gran urbe. Sentirse "más libre" no significa "hacer lo que uno quiera" o "no respetar las normas". Significa mantener una actitud más "relajada" que permita realizar actividades que en sus ciudades de orígenes no pueden hacer.

Así, volvemos a la pregunta del millón que se predica en el título: para una ciudad turística como Villa Gesell... ¿es bueno que se limite esa diversión? Entonces nos volvemos a cuestionar: ¿por qué las motocicletas no corren el mismo rigor que los cuatriciclos? ¿Por qué entonces no se limita la salida nocturna de los jóvenes que eligen la ciudad? Muchos de ellos, que salen totalmente borrachos del boliche y, podrían, en la teoría, atropellar a un turista o residente que camina por la vereda....

Creo que todo extremo es malo: ni está bien que Pinamar "libere" la circulación (pensando que los turistas irán a 30 KM/hora) ni tampoco se trata prácticamente de prohibir el tránsito como sucederá en nuestro destino.

Advertimos al lector enojado que este editor NO UTILIZA CUATRICICLOS, LOS OBSERVA COMO VEHICULOS PELIGROSOS, ODIA EL SONIDO DE UN MOTOR ACELERANDOSE A ALTAS REVOLUCIONES, NO ESTÁ PAGO POR LAS EMPRESAS DE VENTA Y ALQUILER DE CUATRICICLOS y HASTA LE MOLESTAN LAS CARAVANAS DEL TIPICO GRUPO DE AMIGOS QUE ALQUILA UNA DOCENA DE UNIDADES Y FORMA LARGAS COLAS POR LA VÍA PÚBLICA.

Lamentablemente, querido lector, debemos decirle que el visitante (muchas veces) viene aquí porque quiere vivir esa experiencia al aire libre. Pero no por eso debemos dejar de admitir que, una motocicleta o un joven alcoholizado, sean un mal menos que el cuatriciclo.

Como ciudad turística tenemos que pensar en el beneficio comunitario... ¿A qué viene el turista? Si le prohibimos.... ¿seguirá eligiendo las playas de Gesell? Tal vez, sin llegar a las concesiones de los vecinos pinamarenses, podríamos analizar si está bien lo que no permitimos.

 

Lic. Gerardo Tavarone, editor y responsable de SECTOR INFORMATIVO

 

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