Jueves, 25 de Abril Villa Gesell

TEMPORADA 2021

Domingo, 27 de Septiembre

Sin respuestas ante la aparición de casos positivos en alojamientos, muchos hoteleros definieron no abrir en verano

El protocolo no dice qué hacer ante la aparición de un caso positivo en pleno verano y con el hospedaje a pleno. Y el temor a que les obliguen a cerrar y devolver la plata genera terror entre los titulares de alojamiento de Villa Gesell. Nadie da respuesta y la temporada está a la vuelta de la esquina.

Malestar y gran preocupación entre los oferentes de alojamiento de todo el Partido de Villa Gesell. Es que, la falta de un protocolo claro en relación a los casos positivos que puedan darse en pleno verano dentro de un hotel, hostería, cabaña o apart deja muchas dudas sobre las posibilidades ciertas de abrir los servicios de alojamiento en la próxima temporada. Tanto que, muchos incluso, ya definieron pagar los sueldos y no abrir sus puertas por temor a ir a pérdida.

Las cosas son así de claras: si el virus se extiende hasta la temporada estival, entonces tendremos un verano con turistas y en companía de la pandemia. Los comercios no tendrán mayores problemas ya que la metodología será como la de hoy día, es decir, utilización de barbijo, distancia social e higiene de manos al ingresar y egresar. Los gastronómicos estaban complicados pero la determinación de que utilicen espacio público gratuito para equilibrar la perdida de mesas dentro del salón, terminó de saldar la deuda.

Pero el alojamiento no tiene un panorama claro. ¿qué pasará si, estando abiertos, con el hotel/hostería/apart, un húesped da positivo a COVID-19? ¿se lo puede echar del lugar? ¿no estamos ante la presencia de posibles problemas legales para los oferentes de habitaciones?

Este medio dialogó el asunto con las autoridades de Turismo geselinas. ¿Qué dijeron? que había que esperar un determinación de Provincia y Nación sobre el protocolo en sí, algo que ya está implementado. El problema no es ese, sino lo que se puede o no hacer si el coronavirus aparece cuando al húesped le quedan todavía varios días de vacaciones YA PAGOS.

Las cámaras del sector tampoco pueden dar una respuesta certera del panorama y hasta el momento se ha ganado "tiempo" pra patear el tema hacia adelante.

Una posibilidad que se empezó a trabajar "de boca en boca" entre los oferentes es que el húesped que da positivo se retire inmediatamente y utilice luego los días que le quedaron truncos. El gran problema aquí es que muchos (casi el 80%) de los alojamientos sólo abren en temperada alta por lo que sería dificil compesar la pérdida en el año.

Juan Manuel Álvarez, titular de la Oficina de Defensa al Consumidor local (OMIC), a donde podrían dirigirse los turistas enojados, tampoco pudo dar una respuesta sólida. Dijo -eso sí- que si no aparece una norma que regule la hipotética situación, se deberían dejar todas las condiciones firmadas en el contrato. Claro está, eso no imposibilita que el turista con COVID-19 no inicie una demanda contra el hotelero.

Pero... ¿qué pasará si el turista con COVID-19 no quiere irse del lugar y pretende quedarse a hacer aislamiento en Gesell? ¿qué pasará con el alojameinto? ¿se deberá cerrar por completo? ¿se deberá asumir una pérdida si el caso efectivamente ocurre? ¿y si el Estado ordena poner en cuarentena a todo el hotel?

SECTOR INFORMATIVO dialogó con algunos cabañeros, quienes fueron muy claros en la posición: "si no nos dan certeza de que podemos obligar a irse al posuble positivo, entonces es negocio no abrir este verano".

Otro dijo que abrir el hospedaje le sale 10 a 15 mil dólares "del vamos". A eso, hay que aplicarle el peligro de tener que cerrar repentinamente, de tener que devolver la plata ante un foco interno. Y para colmo, el Estado (siempre socio mayoritario del empresario) cobra adelanto de ganancias, IVA, ingresos brutos de todo. Ergo, si hay que devolverlo, sería pérdida total: dovolver el monto y perder lo que cobró de anticipo el fisco.

Las quejas de los hoteleros no terminaron ahí. Otro consultado, que trabaja en verano y los fines de semana, relató lo que prácticamente sería una broma de mal gusto en cualquier país razonable: "estuve cerrado todo el año practicamente (porque me obligaron por la pandemia) y la AFIP me cobró adelanto de ganancias. ¿Cómo me va a cobrar si no pude trabajar? El riesgo es enorme, si te da un positivo y te hacen cerrar, vas a la quiebra total".

También consultamos a un prestigioso estudio de abogados local sobre el asesoramiento que otorgan a sus clientes. ¿Que dijeron? que si el titular del lugar "tiene espalda económica" entonces pague los sueldos y no se arriesgue.